El ataque mantuvo a la ciudad en alerta durante algo más de una hora, y el tráfico marítimo fue temporalmente suspendido.
El 22 de septiembre, el cuartel general de la Flota rusa del mar Negro en Sebastopol, en la península de Crimea, fue blanco de un ataque con misiles, informó el gobernador, Mijaíl Razvozháyev.
Ucrania intenta atacar territorios rusos con misiles de largo alcance recientemente suministrados por Occidente (Storm Shadow de Reino Unido). Los ataques se elaboran cuidadosamente, incluso con la ayuda de medios de inteligencia occidentales explicó un experto militar y capitán de navío de la reserva de la Armada de Rusia, Vasili Dandikin.
«[Los ucranianos] atacan sobre todo con los misiles Storm Shadow, de fabricación británica, es muy probable que también sean los franceses, ya que los SCALP son básicamente idénticos», detalló Dandikin.
Aunque EEUU aún no ha entregado sus misiles balísticos con de largo alcance de 300 kilómetros, Dandikin afirma que «son más fácil contrarrestar», mientras que los Storm Shadow constituyen armas «bastante insidiosas». El experto recordó que en agosto de 2023 las tropas ucranianas las usaron para atacar el puente de Chongar, que conecta Crimea y la región de Kherson.
Dandikin denunció que los ataques ucranianos «se elaboran con la ayuda de patrocinadores» occidentales, que proporcionan a Kiev datos de inteligencia desde los drones de reconocimiento de EEUU, la aviación estratégica que sobrevuelan las zonas cercanas, y satélites en órbitas bajas.
«Planean cómo eludir nuestras defensas aéreas y distraerlas. Todo se tiene en cuenta: cuántos misiles hay en nuestros sistemas de defensa aérea, cuánto tardan en recargarse, etc.», explicó el experto militar.
«Pueden lanzar aeronaves no tripuladas. Ayer vimos una incursión masiva de drones. Es probable que estuvieran comprobando la preparación [de la defensa antiaérea rusa]. Repelimos el ataque y lo derribamos todo. (…) El hecho es que nuestros marinos del mar Negro están preparados para estas situaciones», añadió Dandikin.
«Atacan, según tengo entendido, principalmente desde el sur de Ucrania, desde Odesa», sugirió.
«Debemos tener en cuenta que esto es probablemente lo único de lo que [los ucranianos] son capaces ahora en la situación en la que fracasó su contraofensiva. Esto significa asestar golpes a nuestros territorios, bombardear la región de Briansk, Bélgorod, Kursk. Esto significa asestar golpes a la región de Kherson, la región de Zaporozhie…», planteó.