Lucila Crexell y Alejandro Grimson son dos de los grandes impulsores de la Agenda 2030 en la República Argentina. Si bien el listado de políticos que comulgan con esta agenda globalista es muchísimo más amplio, es importante empezar a identificar quiénes son los responsables de ejecutar políticas públicas que imponen la tiranía del orden internacional dentro del país.
En primer lugar, tenemos a Lucila Crexell, senadora nacional por el Movimiento Popular Neuquino, quien no esconde su romanticismo con el globalismo ya que en la pestaña “Proyectos” de su sitio oficial (www.lucilacrexell.com.ar) encontraremos la contundente afirmación: “Cada una de las iniciativas se referencia en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), contenidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.
Algunos de los polémicos y absurdos proyectos de los que formó parte son: el aumento del gasto público (es decir, más peso del Estado sobre la sociedad) vía incremento de la Asignación Universal por Hijo de hasta 6 menores por familia respecto al 1° ODS (Fin de la Pobreza).
Vale destacar que en ningún momento menciona la generación de trabajo como elemento impulsor del progreso social; Respecto al 5° ODS (Igualdad de género) Crexell abogó por “garantizar” la equidad de género en relación al consumo (impuesto rosa), aplicar políticas de género en relación a las vacantes en las listas de candidatos y en establecer una jornada de “igualdad” contra la violencia de género. Además, votó a favor de la despenalización del aborto en el 2020; En relación al 8° ODS (Trabajo decente y crecimiento económico), Crexell apoyó la insólita iniciativa de la Declaración de interés del “V festival internacional andino patagónico del Clarinete 2021” en la Ciudad de San Martín de los Andes; En relación al 11° ODS (Ciudades y comunidades sostenibles) apoyó la absurda e innecesaria reimpresión de estampillas de Eva Perón en conmemoración por su natalicio; Sobre la Acción por el clima (13° ODS) la senadora es una de las más fervientes defensoras del Ecologismo en su supuesta “lucha contra el cambio climático” buscando la aplicación transversal en las políticas públicas y el compromiso global de la COP26; De los 17 ODS, solamente no presenta iniciativas en el 14° (respecto a la vida submarina).
Seguidamente nos encontramos con Alejandro Grimson. Quien a diferencia de Crexell (supuestamente ubicada en la “oposición”) Grimson es un kirchnerista declarado. Además de ser el padre de Lucas Grimson (el joven funcionario progresista K creador del famoso “les pibis”), actualmente es el titular de Argentina Futura. Un espacio de reflexión, análisis y planificación del futuro del país dentro de la dimensión globalista.
Dos de las publicaciones que se han realizado en su gestión son “El libro abierto del Futuro” y “El futuro después del COVID-19”. Siendo este último uno de los documentos oficiales más polémicos y preocupantes lanzados desde el Estado donde se afirma que este es un tiempo propicio para confiscar el capital privado, establecer el Ecologismo de manera transversal, modificar los patrones de consumo e impulsar un socialismo internacional donde el Estado sea el único agente de las economías nacionales (ya no desde la perspectiva del desarrollo sustentable y sostenible sino directamente decreciendo).
Además, se contempla al Estado como el principal de-constructor de los vínculos sociales desde una perspectiva progresista, incluso explicitando prácticas sexuales queer en dicho documento. Otro dato llamativo es el tiempo en el que fue lanzado este documento ya que se nos habla del futuro después de esta enfermedad, pero su publicación se realizó en mayo del 2020. Tiempo donde se aplicaban lockdowns a nivel mundial pues “era la única medida” que se podía tomar dada la repentina aparición, dispersión y desconocimiento del virus. ¿Cómo se podía planificar el futuro si no se tenía claro el presente? En próximos artículos, seguiremos evidenciando a otros impulsores de la Agenda 2030 en Argentina como Victoria Tolosa Paz y Marisol Merquel.