Ministro de Salud denuncia presiones de laboratorios y afirma que «la vacuna no es de utilidad» para combatir el brote

Russo apuntó a un trama de intereses existentes detrás de la vacuna, con presiones de los laboratorios para arrancar con una inoculación masiva.

Se refirió a los laboratorios que supuestamente buscan lanzar una campaña masiva y gratuita de vacunación contra el dengue y aseguró que la vacuna todavía «no está validada» para aplicar a la población.

“Se me criticó mucho, pero en esto quiero ser claro. La salud no escapa a la realidad nacional. Quiero ser claro con esto”, comenzó el funcionario nacional durante una entrevista con Jonatan Viale por TN.

“¿A usted no le llama la atención que hace cuatro días que estoy en cadena nacional, desde las 7 hasta las 23?. Porque aprietan. Aprietan los laboratorios, aprieta la casta. Entiendo que es multicausal, no es mi responsabilidad determinar por qué. Tenemos que empezar a hablar con la verdad. Es mejor decir una verdad incómoda. Hay intereses. El Presidente está convencido de lo que hacemos y las decisiones que vamos a tomar en el área de salud tienen que ver con la evidencia científica que tenemos en este momento para tomar decisiones, no con aprietes”.

“Lo que nosotros decimos, para que quede bien claro, es que la vacuna es segura y eficaz. Ahora bien, yo soy el Ministro de Salud y tengo la responsabilidad de tomar una determinación acerca del Calendario Nacional de inmunización en la Argentina. Lo único que nosotros dijimos es lo que dijo la OPS y lo que nos aconseja la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN), lo que nos dicen nuestros expertos y lo dice todo el mundo: la vacuna no es una herramienta validada para mitigar el brote. La decisión es personal de cada habitante con su médico de cabecera, porque les recuerdo que esta vacuna necesita prescripción médica para aplicarse”, explicó Russo.

“Algunas veces, uno siente que algunos pseudocientíficos que pululan por los medios de comunicación y se los presenta como grandes profesores, que muchas veces, muchos de ellos, tienen un muy buen currículum y son personas muy capacitadas, y tienen algún conflicto de intereses”.

“Para que lo entienda bien, en EEUU, cuando un profesional de la salud hace una recomendación sobre una molécula, una droga, un remedio, o una vacuna, debe aclarar si tiene algún conflicto de intereses. Cuando uno ve un trial americano al final de ese trabajo y de ese protocolo, dice este protocolo fue pagado por este laboratorio”, dijo Russo. Y pidió “volver a la evidencia científica”. “Ahí estamos todos tranquilos. La gente va a estar tranquila”.

“La decisión, hasta el momento, es no incluir la vacuna en el Programa Nacional de Inmunizaciones. Nosotros estamos trabajando en forma conjunta con la Organización Panamericana de la Salud y la Comisión Nacional de Inmunizaciones, haciendo lo que se llama la farmacovigilancia. Es decir, esta es una vacuna que ha superado la fase tres, en una población de 20.000 pacientes que ha sido segura y efectiva. Pero que todavía está en esta fase de prueba en el terreno que se llama la fase cuatro, que es farmacovigilancia”.

“Brasil está haciendo una experiencia muy interesante, pero está vacunando chicos de 10 a 14 años. Salta y Misiones están haciendo una experiencia interesante y vacunan poblaciones diferentes: Salta de 20 a 39 años y Misiones hasta un poco mayor de edad, casi hasta los 60 años. Nosotros no nos opusimos a eso. Lo que nosotros estamos observando es la experiencia, porque la responsabilidad de indicar una vacuna es mayúscula. Entonces, ahí vuelvo a lo primero, la casta tiene unos tiempos, la industria tiene unos tiempos, y la política tiene unos tiempos, que la ciencia no los tiene”, agregó.

El Estado es un gran comprador de los laboratorios. Nosotros vinimos a cambiar este statu quo, entonces tenemos que entender que las definiciones que vamos a tomar tienen que ver con el riesgo beneficio de la gente”.

Sobre la administración de Fernández, dijo que “hacían conferencia con 26 infectologos y un payaso. Se sacaban fotos y se filman en un barrio vulnerable, descacharrando, y creen que así suman. Llegamos al ministerio y comunicamos al segundo día con el boletín epidemiológico, el cual está consolidado y publicados por nosotros en el Ministerio de Salud, semana por semana nosotros nos comunicamos con los 24 ministros de las provincias y comunicamos los datos, comunicamos cuál es el serotipo que está circulando…”.

La anterior administración fue la responsable de crear la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos, “que se suponía que coordinaba a los laboratorios públicos de las diferentes provincias para abastecer de determinados medicamentos y en este caso el repelente también. Me llama la atención que en el 2023, que fue el año en donde algunas regiones se convirtieron en endémicas, el virus circuló durante todo el año. Nosotros llegamos y encontramos un laboratorio con directores con sueldos de 5 millones de pesos, pero repelentes no encontramos. La prioridad era otra. El ministro de Salud de la Nación tiene otro rol, no puede ocuparse de la Atención Primaria. Para eso están los gobiernos municipales y provinciales”, resaltó.

Comunicado completo del Ministerio de Salud sobre el dengue

Desde el mes de diciembre, el Ministerio de Salud de la Nación realiza el seguimiento epidemiológico permanente con cada una de las jurisdicciones del país. Los datos que se conocen son generados y publicados semanalmente a través del boletín epidemiológico del organismo.

El día lunes 25 de marzo, se realizó el Consejo Federal de Salud, donde todos los ministros provinciales de Salud, junto con el ministro nacional, Mario Russo y su equipo analizaron las estrategias llevadas adelante en cada una de las jurisdicciones.

Todos los ministros coincidieron que la eliminación del mosquito en el territorio es la primera línea de defensa para frenar el dengue, y que la clave es el trabajo local y peridomiciliario para combatirlo. Esta es una tarea que debe realizarse continuamente, no solo debido al contexto actual sino anticipándonos a la próxima temporada para llegar con menor población de mosquitos.

Hoy estamos sufriendo las consecuencias de la falta de prevención que hubo el año pasado, donde no se hizo el trabajo correspondiente. Lo mismo ocurrió por parte del ejecutivo nacional quien no compró los larvicidas para las provincias desde el año 2022. No podemos repetir los errores del pasado.

El Ministerio de Salud de la Nación trabaja evaluando la evidencia recolectada y tomando las medidas sanitarias más oportunas para el seguimiento epidemiológico en las distintas regiones del país, coordinando acciones de prevención y control en el territorio, sobre todo en las zonas con mayor circulación de la enfermedad.

Vale destacar que a las acciones para el control del mosquito transmisor se sumó también el apoyo a la atención oportuna y adecuada de los casos, a través de una Red Federal de referentes clínicos para coordinar acciones en forma articulada y fortalecer el diagnóstico y el funcionamiento de los sistemas de salud.

Sobre la vacuna contra el dengue

Con el objetivo de llevar claridad a la población, el Ministerio de Salud de la Nación, en su rol de organismo rector encargado de definir una estrategia de inmunización como política de Salud Pública, destaca que dicha decisión conlleva una enorme responsabilidad y no puede quedar sometida al interés de determinados sectores que desinforman y generan preocupación.

En esta dirección, resulta importante aclarar:

La ANMAT aprobó la seguridad de la vacuna Qdenga en abril de 2023, pero desde aquel momento ni el gobierno anterior, ni los infectólogos, ni los organismos internacionales alcanzaron el consenso para recomendarla como estrategia para incluirla en el calendario nacional de vacunación. La vacuna continúa siendo sometida a estudios para establecer su efectividad según el rango etario y regiones endémicas. En este proceso, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aún no la autorizó.

En el mismo sentido, la mencionada vacuna no es una herramienta que esté validada para controlar la transmisión de la enfermedad en el contexto del brote, tal como lo ha expresado la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en un reciente informe presentado sobre la situación del dengue en la región.

Asimismo, también es necesario recordar que hubo otro intento de producir una vacuna contra el dengue que se conoció como Dengvaxia, una vacuna hecha con microbios vivos debilitados (atenuados), que pretendió ser una solución pero que no obtuvo los resultados esperados.

Es por todo lo expuesto que la tarea de evaluación, que lidera el Ministerio, continuará llevándose a cabo con seriedad y compromiso sanitario, sin darle lugar a aquellos que buscan el desarrollo de negocios en detrimento de la salud de los argentinos.

El objetivo es recolectar la evidencia suficiente, junto a la Comisión Nacional de Inmunizaciones y la OPS, que permita determinar un programa de inmunización focalizada y por rango etario, que sea seguro y efectivo.

Desde el Gobierno Nacional, no se avalará que la política o los medios de comunicación sumen miedo y confusión, y se seguirá avanzando con la convicción de preservar la salud de la población. Instamos a las empresas vinculadas con la producción de vacunas a evitar presiones que pretenden apresurar decisiones que pueden poner en riesgo a los argentinos.

Con esta premisa, se continuará el combate contra el dengue, basado en la evidencia científica y no en las operaciones de prensa, manteniendo contacto permanente con todos los ministros de salud de las 24 jurisdicciones, dejando de lado cualquier diferencia partidaria. Las políticas implementadas hasta el momento han tenido el consenso de todas las autoridades sanitarias del país.