Carlos Esteban en el portal “Rebelión en la Granja” dijo lo siguiente:
“Cuida tu jardín
Si quieres mejorar el mundo, cuida de tu jardín. Hemos dejado que lo público devore lenta pero implacablemente lo privado, desconectando, además, nuestra vida personal, nuestras acciones privadas e individuales, del estado de la polis.
Pero la restauración de la cordura en la sociedad no va a venir de la mano de ningún partido, ni va a ser el voto cada cuatro años el principal medio que tenemos de cambiar las cosas. Uno, más modesto pero también más práctico y eficaz a la larga, es comenzar a comportarnos bajo esos mismos criterios, valores y reglas de conducta que querríamos ver reflejados en nuestras instituciones y nuestras leyes. Las guerras importantes siempre se miden en décadas, cuando no en siglos, y el presentismo está matando nuestra civilización.”
Estas palabras realmente son impactantes ya que expone una cruda realidad; los conservadores durante mucho tiempo han sido indiferentes al avance progresistas que paulatinamente ingresó a los hogares. Por ello es importante iniciar la resistencia desde el propio hogar donde uno vaya en contra de lo que el sistema pretende. Hoy ver a una pareja joven que anhelan una familia numerosa, un hombre que trabaja de sol a sol, un hijo que visita a su madre, una esposa que mantiene el orden en el hogar, un sacerdote que se entrega a la tradición, una religiosa que valora el gran don de la oración, una familia que aprende que lo privado es privado y nada de debe interferir en la intimidad del hogar, hoy ver todo aquello es recuperar la esperanza.
La verdadera resistencia inicia desde lo sólido de los lazos afectivos frente a un mundo consumista e ideologizado que pretende personas líquidas y moldeables.