La última reserva de vacunas J&J del gobierno expiró el 7 de mayo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
“Deseche cualquier vacuna Janssen COVID-19 restante de acuerdo con las regulaciones locales, estatales y federales”, dice el CDC en su sitio web.
Alrededor de 19 millones de estadounidenses recibieron la vacuna J&J, según las estadísticas de los CDC. Eso es mucho menos que los casi 367 millones de estadounidenses que recibieron la vacuna original de Pfizer y los 232 millones que recibieron la de Moderna, los cuales requirieron dos inyecciones para su serie inicial.
Más de 31 millones de dosis de la vacuna J&J se administraron en los EEUU, según los CDC.
En abril de 2021, los CDC y la Administración de Drogas y Alimentos de los EEUU recomendaron suspender el uso de la vacuna J&J después de que se vinculara con un trastorno poco común de los coágulos sanguíneos. Los funcionarios de salud aprobaron la reanudación de la inyección de J&J menos de dos semanas después.
El año pasado, los CDC limitaron la autorización de uso de emergencia de la vacuna de Johnson & Johnson para adultos que tampoco son aptos para recibir otro tipos de vacuna por el riesgo de desarrollar una enfermedad de coagulación inusual y peligrosa llamada síndrome de trombosis con trombocitopenia.
Las vacunas J&J se vincularon con 60 casos confirmados de TTS, incluidas nueve muertes, según los CDC.
«Reconocemos que la vacuna [J&J] COVID-19 todavía tiene un papel en la respuesta pandémica actual en los Estados Unidos y en toda la comunidad global», dijo Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA, en un comunicado.
Las declaraciones federales de emergencia por coronavirus terminaron la semana pasada después de más de tres años.