El Partido Popular Suizo (SVP), conocido por su postura de extrema derecha, recogió rápidamente 114.600 firmas, superando el umbral requerido en un tiempo récord.
Al expresar su preocupación por la “inmigración masiva”, el SVP enfatizó la necesidad de salvaguardar el paisaje único de Suiza, la calidad de vida y la prosperidad para las generaciones futuras.
Una vez autenticadas las firmas, continuará el proceso del referéndum, un viaje que normalmente dura meses o incluso años antes de que se emita la votación final. En el centro de la iniciativa se encuentra una propuesta de enmienda a la constitución suiza, que exige que la población residente permanente del país no supere los 10 millones para 2050.
La población de Suiza era de 8,82 millones a finales de 2022, y los extranjeros constituyen una cuarta parte importante de la población total.
La enmienda propuesta tiene como objetivo definir la población residente permanente para incluir tanto a los nacionales suizos como a los extranjeros con permisos de residencia de larga duración o estancias superiores a 12 meses.
La próxima votación subraya el compromiso de Suiza de abordar los desafíos demográficos y garantizar un crecimiento demográfico sostenible en las próximas décadas.
Si supera los 9,5 millones antes de 2050, el gobierno y el parlamento “tomarán medidas, en particular en materia de asilo y reunificación familiar, con miras a garantizar su cumplimiento”.
Si estas medidas no fueran suficientes, Suiza tendría que rescindir en última instancia el acuerdo sobre la libre circulación de personas con la UE.
Suiza no está en la Unión Europea, pero forma parte del espacio de fronteras abiertas Schengen de la UE desde 2008.
La medida se produce en medio de negociaciones para un acercamiento entre Suiza y la UE.
El SVP dijo que la iniciativa era «la respuesta a los problemas relacionados con la inmigración en Suiza», citando la escasez de vivienda, el aumento de los alquileres, los atascos de tráfico, el transporte público saturado, la caída del nivel escolar, la violencia y el crimen, la escasez de electricidad, el estancamiento del ingreso per cápita, la mejora de la salud, primas de seguros y “presión creciente sobre nuestro hermoso paisaje”.
El SVP, que ganó cómodamente las elecciones generales suizas de octubre, ha recorrido un largo camino desde sus raíces como partido de agricultores en la parte de habla alemana de Suiza.
Se convirtió en una fuerza nacional centrada en la oposición a tres cosas: la inmigración masiva, vínculos más estrechos con la UE y el abandono de la neutralidad suiza.
Su nuevo líder, Marcel Dettling, granjero montañés de 43 años, está considerado en el ala más dura del partido en materia de inmigración.
“Hoy llegan demasiados extranjeros y no los adecuados. Necesitamos una inmigración controlada que beneficie a nuestro país y a nuestra población”, afirmó tras depositarse las firmas.
Según la Oficina Federal de Estadística, en 2022 la migración neta representó un aumento de 68.800 personas. El cambio natural (nacimientos menos muertes) representó un aumento de 7.900.
Las proyecciones del FSO 2020 predijeron que la población sería de 10,4 millones en 2050, con un “escenario bajo” de 9,5 millones y un “escenario alto” de 11,4 millones.