Se informó en The Federalist lo siguiente:
“Una jugadora de hockey sobre césped de una escuela secundaria de Massachusetts fue enviada al hospital el jueves por “lesiones faciales y dentales importantes” durante un partido de torneo estatal después de que un hombre del equipo contrario la golpeara en la cara con una pelota de hockey sobre césped. En el video que circula en las redes sociales, los espectadores pueden ver al jugador masculino golpear la pelota, que se lanza hacia arriba y golpea a su oponente femenina anónima en la boca. Después del golpe, se escucha a la niña gritar mientras sus compañeros de equipo miran con las manos tapadas la boca en estado de shock.”
Vale remarcar que, según el Media Research Center el jugador masculino en cuestión es Sawyer Groothuis, que juega para Swampscott y es un «All-Star de la Conferencia Noreste en la liga femenina». El manual de la Asociación Atlética Interescolar de Massachusetts permite efectivamente que los hombres compitan en deportes femeninos y viceversa. En este sentido es curioso el tratamiento mediático que hubo; en lugar de resaltar la lesión de las jugadoras no identificadas, un medio de comunicación local ignoró por completo la naturaleza atroz de un hombre que dominaba el partido del jueves. En su breve “resumen” de eventos deportivos locales, por ejemplo, ItemLive publicó el titular “Big Blue, gran actuación de Groothuis” y ni siquiera mencionó que Groothuis envió a la jugadora contraria al hospital.
Esto demuestra que los medios son cómplices, no sólo de desplazar a la mujer de la competencia femenina, sino de silenciar cuando son golpeadas por hombres. Curiosamente son los que luego hablan de “feminismo”, pero aquí está el problema de tratar igual lo que no es igual, al final se generan daños que eran totalmente previsibles e innecesarios de ocasionar.