El presidente ruso firmó el 30 de diciembre un decreto que da como plazo hasta el 30 de abril para que quienes entraron al país ilegalmente pongan sus papeles en regla mediante controles sanitarios, salden sus deudas y aprueben un examen de lengua rusa, historia y derecho.
Quienes quieran quedarse tendrán que también que tomar sus datos biométricos y someterse a un examen médico que incluye pruebas de consumo de drogas y presencia de enfermedades como el VIH.
También podrían obtener estatus legal firmando un contrato militar que podría dejarlos disponibles para luchar contra Ucrania en la invasión a gran escala de Putin.
El gobierno ruso afirmó en 2021 que en Rusia vivían más de un millón de inmigrantes ilegales procedentes de antiguos países soviéticos.
Según cifras de la OCDE de 2019, cuando la población de Rusia superaba los 146 millones, alrededor del 7% de la población son inmigrantes ilegales (poco más de 10 millones), lo que potencialmente pone a millones más en riesgo de deportación bajo la orden de Putin.
El decreto de Putin, firmado el lunes, entró en vigor el día de Año Nuevo y establece que los inmigrantes que se encuentran en el país ilegalmente deben abandonar el país o resolver su estatus legal antes del 30 de abril.
Según la agencia de noticias estatal Tass, se conceden exenciones a quienes se enrolen en el ejército, pero no se aplican concesiones a los inmigrantes «que representen una amenaza para la seguridad nacional» de Rusia. El Ministerio del Interior ruso aplicará el decreto, mientras que el Ministerio de Sanidad organizará los exámenes médicos.
Las autoridades rusas han tomado medidas drásticas contra la inmigración tras el ataque terrorista en la sala de conciertos Crocus City Hall, en la región de Moscú, en el que murieron 145 personas y alrededor de 500 resultaron heridas. Una investigación concluyó que los autores eran de Tayikistán.
Durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo en junio, Putin dijo que su gobierno tenía que analizar la política migratoria, especialmente dada la necesidad de que los inmigrantes resuelvan la escasez de mano de obra que obstaculiza el crecimiento económico.