Re-Pensar las RRII

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Con independencia del enfoque coyuntural que se pretenda evaluar, lo cierto es que la actual realidad internacional se ve sometida a constantes flujos de volatilidad y nuevos actores interpuestos. La desinformación, los desórdenes civiles inducidos, las coacciones económicas y las confrontaciones localizadas se ven resueltas en un escenario donde imperan las operaciones psicológicas de ámbito planetario. Los análisis politológicos son, en este alcance, imposibles de descifrar de forma diáfana, ya que las ‘armas de comunicación masiva’(1) no permiten sino enturbiar la claridad y el buen hacer de los investigadores.
Suele ser común identificar el actual sistema internacional como multipolar y, lo cierto, es que el tablero ha sido radicalmente removido respecto, no solo al binomio hegemonizante de la Guerra Fría, sino a las expectativas agudizadas por el optimismo de la caída de la Unión Soviética. La consagración irreprimible de la democracia capitalista anunciada por hombres como Francis Fukuyama(2) se ha visto cada día puesta en mayor tela de juicio por las instancias de poder real buscadas a través de organismos supranacionales nunca sometidos a escrutinio democrático como la Organización de Naciones Unidas y su Agenda 2030, a la que prestaremos atención en un primer epígrafe del ensayo. Por otro lado, el tecno-optimismo característico de la pretendida Cuarta Revolución Industrial(3), impondrá una sobrerrepresentación de la robotización y la digitalización en todo el espectro productivo(4), hecho que, como también desarrollaremos, ha sido interpretado no por pocas instancias como un ejemplo de destrucción creativa en vías de sobrepasar el existente sistema económico mundial. Estos dos últimos escenarios cuentan con unas consecuencias no especialmente halagüeñas ante la suma inesperada (al menos por la inmensa mayoría de la población) del Cov-Sars-2, que ha dejado de manifiesto que los remedios pueden ser mucho peores que la enfermedad a combatir. Es en este sentido altamente revelador que los países más débiles para enfrentarse con la epidemia sanitaria hayan sido los que adoptaron un camino de
intervencionismo estatal creciente, impuestos elevados y una deuda descontrolada y todavía en exponencial aumento(5). En último lugar, una potencia en plena pugna por el dominio mundial como China ya se ha convertido en la primera nación en áreas como las manufacturas, la alta tecnología o el Producto Interno Bruto en paridad de poder adquisitivo y, aunque suene revelador en los vectores anglosajones, ese logro
no ha demandado un solo disparo.
Si un debate ha capitalizado el estudio de las Relaciones Internacionales en las últimas cuatro décadas, este ha sido el concerniente a la pugna entre el estatocentrismo y la globalidad(6). Sin embargo, los presupuestos básicos de ambos modelos apenas reflejan paradigmas inelásticos para el estudio de la situación actual. Ni las naciones conducidas bajo estrategias soberanistas resultan agresivamente autárquicas en sus pretensiones estratégicas ni los países sometidos a la agenda globalista se caracterizan por la descentralización ni la interdependencia. Como es nuestro propósito informar, la realización del ideal wightiano del ‘revolucionarismo pacífico’(7), cuyas resonancias son preclaras en la ‘paz perpetua’ kantiana y en la ‘civitas maxima’ de Christian Wolff, no encuentran otras vías de imposición que las destacadas por la erosión del consentimiento informado de la población, la soberanía nacional y las muchas libertades personales conquistadas.
Nos hallamos en un cambio de paradigma planetario y a un estudio siquiera somero de los conflictos contemporáneos dedicaremos espacio en las siguientes páginas.


A fecha de 25 de septiembre de 2015, se llevó a cabo la ideación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esta, adoptada por países de los cuatro continentes aunque no con las mismas resistencias, ha planteado 17 Objetivos con 169 metas de carácter integrado en campos económicos, sociales y ambientales, ninguna de las cuales fue sometida a referéndum en un solo país erigido en nación jurídicamente soberana como Estado. Algunos de los organismos coordinadores de este proyecto han señalado pautas realmente reveladoras, las cuales consignamos a continuación de manera abreviada.

  1.  Un nuevo modelo económico que dicte nuevas pautas de consumo
  2.  Un sistema de pensiones público que atienda los ‘sesgos de género’
  3.  Una mayor carga tributaria so pretexto de disminuir desigualdades globales de renta.
  4.  Mejoramiento de la calidad del espacio democrático a través de reformas en políticas paritarias(8).

Estos elementos, se ha señalado, demandan de una extensa coordinación internacional entre organismos de tipo supranacional y, ciertamente, resultan altamente relacionados con lo que podemos mencionar apropiadamente como una gran oligarquía financiera internacional. Los consenso establecidos en los ítems señalados parecen ser incuestionados en las grandes plataformas de opinión, pero ello no puede resultar sospechoso. Apenas una docena de compañías reúnen el 80% de la producción mediática mundial y, tan solo en Europa, los grupos mediáticos RTL Group, CEME, Modern Times Group y Sanona son los cuatroprimeros grupos de referencia en diecinueve naciones continentales(9). Si a lo anterior le sumamos algunas prácticas ciertamente abusivas para paliar y modificar la opinión pública (convertida en ‘opinión publicada’ bajo los filtros algorítmicos de las grandes tecnológicas), como las elaboraciones documentales de la Oficina de Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el panorama resulta desolador. En cuanto a este último caso, se conoce el establecimiento de listas negras que, según nos revela ese mismo informe, debe pergeñar una estrategia de persecución y silenciamiento contra narrativas religiosas o tradicionales” empleadas para “obstaculizar la adopción de medidas legislativas o de política pública” en
relación con el “género, la orientación sexual y la identidad de género”(10).
Este nuevo escenario para el que apenas tiene cabida en este ensayo un puñado de ejemplos tiene un aliado significativamente peligroso, y es el dominio y emulación de la inteligencia humana a través de nuevas herramientas biotecnológicas de especial relevancia. Son hasta la fecha 75 naciones que emplean sistemas de vigilancia entre los que destacan el reconocimiento facial, la videovigilancia, el procesamiento de datos y la sousveillance, siendo pioneras algunas empresas chinas, seguidas por IBM, Cisco y Palantir(11). A través de estos y más procedimientos, el milenio apenas desprecintado permite reflejar una característica: la pervivencia del poder a través de mecanismos de coerción tácitos y radicalmente indirectos. La Ciencia Política, especialmente si ésta adopta revisiones posestructuralistas y gramscianas, sabe que el uso de la fuerza no es un principio de vitalidad del poder político, sino el inicio de su desesperación(12). Michel Foucault aventuró la publicidad de la vida íntima a través de una vigilancia perpetua en el panóptico previamente esbozado por Jeremy Bentham. Las herramientas del ocio ya concurren en los mismos espacios que el despliegue de nuestras labores, y ello es consabido por todas y cada una de las instancias de cierta relevancia en los nuevos polos de dominio mundial.
Por otra parte, pero con claras reminiscencias a lo anterior, el espionaje ya resulta el detonante fundamental para las alianzas entre los países anglosajones. En el año 1956, se creó una alianza de inteligencia denominada Five Eyes, formada por Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido(13). Hasta tal punto estas naciones comparten secretos políticos e inteligencia desarrollada, que países
como Francia (2009) y Alemania (2013) expresaron interés en su integración. Ambas peticiones fueron rechazadas.
La alianza ha sido confrontada con celeridad por China que, en el ámbito de las telecomunicaciones y tecnología móvil, se ha convertido en una nación difícilmente igualable. Siendo Huawei el mayor fabricante de material para las comunicaciones y el segundo fabricante de móviles por cuota de mercado del mundo(14), ha ofrecido  equipos sofisticados a naciones occidentales. Esa acción fue rebatida por naciones como Nueva Zelanda, que prohibió la construcción de redes 5G en su país, o Gran Bretaña, retirando a partir de 2017 equipos de la compañía de su red telefónica. Esta realidad, contrastada por la conocida capacidad del gigante asiático para bloquear operaciones norteamericanas de inteligencia, no solo tiene asidero en el campo de la tecnología y el espionaje. El imperio doméstico del Partido Comunista Chino ha logrado hazañas notables, como una increíble reducción de la pobreza entre 1980 y 2010 del 80% hasta un 20% de la pobreza, ello ajustado al poder de compra y la inflación(15)

Suplementariamente, China ha logrado de forma dudosamente controvertida el mérito de ser uno de los pocos países cuyo crecimiento económico interanual ha resultado positivo en el año de la epidemia originada en el interior de sus fronteras y, según indica el Banco Popular chino, bajo un crecimiento del 6% en el último trimestre del año(16). Como hemos anticipado en un inicio, esta prosperidad especialmente manifestada en el cambio estructural desde una economía agrícola hacia otra fuertemente tecnologizada, no ha sido consignada por un especial uso de la fuerza, ya que el gasto militar del país apenas ronda un máximo del 14% del PIB.
El reciente fiasco de la administración Biden en su aproximación al Oriente Medio es un elemento de contraste ciertamente preocupante. Mientras China ha planteado una diplomacia de buenos modales basada en el acuerdo y cooperación con 19 países del Oriente Medio, bajo resultados tan extraordinarios como un acuerdo de 25 años de cooperación económica con Irán, Estados Unidos ha costeado más de
tres trillones de dólares del contribuyente americano en guerras altamente contraproducentes en regiones como Irak. Calcula el investigador T.E Ricks que con lo malgastado en Irak se hubiese podido costear la sanidad de sus habitantes durante medio siglo(17). No debiera, sin embargo, sorprender que el denominado complejo militar industrial(18) necesite poner en circulación el más del 45% del PIB al que está dedicado el armamento militar, una cifra que contrasta con el menos de 4% existente a lo largo del último tercio del siglo XIX, como expone (entre otras diferencias) el brillante economista Alberto Benegas Lynch en su volumen sobre la evolución trágica de los Estados Unidos(19).
Otros ámbito ya aventurado y que no puede dejarse al margen de la exposición es el vinculado a la robótica y la inteligencia artificial, factores ambos que han generado un aumento sin precedentes en la productividad y cuyos nichos no solo han diversificado la división internacional del trabajo, sino que, de forma menos alentadora, también avizoran en su progreso un reemplazo estructural en el mercado laboral del sistema productivo. En un estudio realizado por McKinsey Global Institute (MGI), se ha llegado a elaborar un concienzudo análisis de los
sectores de trabajo susceptibles a mayor automatización, e incluso otros proyectos han desagregado una clasificación de labores muy exhaustiva(20).

El reemplazamiento laboral, que incurre en el riesgo de generar una condición de perpetua subsidiariedad en los sectores más perjudicados por la automatización, tendrá un grado de mayor o menor gradualidad y rapidez según las nuevas habilidades adoptadas por los agentes. Adoptando el modelo de las inteligencias múltiples de Howard Gardner y su equipo multidisciplinar de la Universidad de
Harvard, podemos elaborar un modelo basado en seis grandes bloques:

  1. Inteligencia lingüística
  2. Inteligencia musical
  3. Inteligencia lógico-matemática
  4. Inteligencia kinestésica
  5. Inteligencia en habilidades interpersonales
  6. Inteligencia espacial

Sin entrar en un detallamiento exhaustivo de todos esos rubros, podemos destacar que las nuevas tecnologías creadas ya pueden emular, al menos en parte, cada una de esas inteligencias potenciales. Vamos a consignar algunas: (1) Open AI. GPT 3. algoritmo que permite desarrollar una historia completa partiendo de unos parámetros de información. (2). AIVA, Jukebox; (3) Google IA, Microsoft Azure; (4)
KIVA systems; (5) y (6) Meta. No obstante, y como destaca el paper The future of Employment, de los profesores E. Frey y D. Osborne, no todas las áreas mencionadas sufrirán con la misma aceleración, por lo que habilidades propias de la comunicación, la divulgación académica, y la ayuda social para el bienestar se erigirán en herramientas fundamentales(21).
Debemos consignar, no obstante, ciertas dificultades vinculadas a las actuales clases medias en el caso de una necesaria reorganización de los esquemas profesionales afectados por la Cuarta Revolución Industrial. Las barreras de capacitación, entendidas como una ausencia de formación para el aprendizaje de los nuevos oficios y algunas más existenciales como las barreras de identificación, constituyentes del zoon politikón que demanda de una mezcla estrecha con el trabajo para la autorrealización, deben ser ampliamente estudiadas para aportar a la
actual conversación.
Hemos pretendido analizar, siquiera con una síntesis inacabada, algunos de los problemas medulares a los que se enfrenta el panorama internacional. El desafío de carácter globalista y oligárquico por un lado y el desarrollo incontrolado de nuevas tecnologías de espionaje e Inteligencia Artificial por otro permiten trazar dos lineamientos de conflicto distintos: un desafío enteramente político para las
democracias occidentales de un lado y una transformación antropológica tanto de la concepción del ser humano como de su relación con el entorno.

Notamos insuficiente la categoría geopolítica del estatocentrismo porque son las sociedades con mercados abiertos, derechos de propiedad respetados y un marco de baja fiscalidad lo que ayuda al desarrollo de las naciones e individuos. Sin embargo, también resulta de manifiesto que una radical descentralización de carácter global es no solo errático en su concepción, sino además totalmente edulcorado, ya que hemos buscado trasladar el hecho de que la unilateralidad del poder se vería condensado en manos de pocos agentes empresariales y de más
que dudosas intenciones de mejoramiento colectivo.
Nosotros aquí adoptamos la posición presentada por Kenneth Waltz(22), quien fundó su perspectiva realista en el temor a un omnímodo poder mundial y prefirió un equilibrio de fuerzas a escala internacional. Ciertamente, de ese anhelo depende el imperfecto desempeño del sistema democrático y de la mismísima naturaleza humana.


  1. Pedro Baños, Así se domina el mundo, Ariel, p.459.
  2. Francis Fukuyama, The End of History and the Last Man. Nueva York, 1992.
  3. Karl Schwab, El gran reinicio, Forum Publishing, 2020. Puede hallarse gratuito en
    https://www.resumenlatinoamericano.org/wp-content/uploads/2021/01/El-Gran-Reinicio-Klaus-Schwab-Mauricio-Castillo-Videla-1.pdf
  4. Pedro Baños, El Dominio Mental, Ariel, p.239, formato Kindle
  5. El informe del Banco Mundial sobre el escenario latinoamericano en las variables socioeconómicas puede servir de muestra: https://www.bancomundial.org/es/region/lac/overview#1
  6. Teoría breve de las Relaciones Internacionales, Editorial Tecnos, p.69
  7. M.Wright. International Theory. The Three Traditions, 1991. Citado en Teoría breve… p.60
  8. Para conocer estos y otros objetivos, valga consultar https://futuroencomun.net/somos/
  9. Un informe detallado puede hallarse en https://opcions.org/es/consumo/grandes-medios-comunicacion/
  10. Victor Madrigal-Borloz, Llamado a contribuciones para informe: Género, orientación sexual e identidad de género, Ginebra, Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, 2021
  11. El dominio mental… p.133
  12. Una reflexión orientativa a este respecto puede hallarse en Pandemonium III, la tormenta perfecta. pg 53. Formato digital
  13. Si bien editorialmente sesgado, resulta un buen recurso este y otros reportes de la BBC https://www.bbc.com/mundo/noticias-47331817
  14. Un mundo que cambia, Agustin Agency, pg. 352
  15. Este artículo resulta de imprescindible revisión: https://www.libremercado.com/2016-09-13/como-china-redujo-la-pobreza-del-80-al-10-1276582285
  16. https://elpais.com/economia/2021-01-18/la-economia-china-crece-un-23-en-2020.html
  17. T.E Ricks, Fiasco. The American Military Adventure in Iraq (Nueva York, 2006). Citado en Un mundo que cambia, 2020.
  18. Reporte en https://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/01/110117_eeuu_eisenhower_discurso_armamento_wbmn
  19. Estados Unidos contra Estados Unidos. Alianza Editorial. pg 115-154
  20. https://www.mckinsey.com/~/media/mckinsey/featured%20insights/Digital%20Disruption/Harnessing%20automation%20for%20a%20future%20that%20works/MGI-A-future-that-works-Executive-summary.ashx Debemos aquí subrayar el gran empeño de divulgación profunda que ha realizado el doctor por la University of Manchester Miklos Lukacs, de quien he podido extraer las últimas referencias
  21. El informe puede encontrarse en www.oxfordmartin.ox.ac.uk%2Fdownloads%2Facademic%2FThe_Future_of_Employment.pdf cortesía del profesor Miklos.
  22. Su tesis está sumarizada y definida en Teoría Breve de las Relaciones Internacionales, pg. 197