Pensamiento de un ilustrado secular

«Las personas, no los seres humanos, son especiales -al menos si sólo se dispone de una moralidad secular general. Los seres humanos adultos Competentes tienen una categoría intrínseca moral mucho más elevada que los fetos humanos o que incluso los niños pequeños. Es importante conocer la naturaleza de estas desigualdades con cierto detalle…» sostuvo H. Tristram Engelhardt, médico norteamericano con formación filosófica, es autor de obras de bioética y editor de The Journal of Medicine and Philosophy.

Esta distinción entre ser humano y persona donde arbitrariamente hace un corte ideológico (tal como lo hace todo ecologista, feminista o transhumanista), responde a la influencia de Kant, el filósofo tan adulado por tantos liberales. Engelhardt sostuvo públicamente: “Al examinar el fundamento de la moral, Kant presentó lo que podríamos llamar la gramática de una de las dimensiones más importantes del pensamiento humano. Las entidades racionales y autorreflexivas sólo pueden interpretarse a sí mismas coherentemente como entidades morales y responsables… Nuestro propio concepto de nosotros mismos como entidades autorreflexivas y racionales exige que nos consideremos como agentes morales, como personas como personas y como sujetos cognoscentes”.

El modo moderno de ver a la persona como autoconsciente y racional hace que sea «agente moral» y «persona» únicamente el adulto formado institucionalmente por el sistema para valerse por sí mismo en asunción de su propia libertad. Dirá el autor: “Hay que señalar que esta consideración moral se concentra en las personas y no en los seres humanos. El hecho de que una entidad pertenezca a una especie concreta no tiene importancia en términos morales seculares generales, a menos que…sea en realidad un agente moral (Engelhartit: 1995, 154)”.

Como buen heredero de la ilustración dirá: «No todos los seres humanos son personas, no todos son autorreflexivos, racionales o capaces de formarse un concepto de la posibilidad de culpar o alabar. Los fetos, las criaturas, los retrasados mentales profundos y los que se encuentran en coma profundo son ejemplos de seres humanos que no son personas».