El rápido desarrollo de las vacunas permitió una rápida producción en masa. Sin embargo, algunos expertos expresaron desde el principio su preocupación por el hecho de que no se hubieran investigado suficientemente las posibles consecuencias a largo plazo.
Los científicos han examinado ahora los efectos a largo plazo de las vacunas contra el coronavirus, especialmente en lo que respecta a las vacunas que provocan inflamación del músculo cardíaco.
Posibles cicatrices en el corazón debido a la vacunación: los hombres jóvenes se ven especialmente afectados
El estudio se centró en los efectos a largo plazo de la miocarditis causada por la vacuna, también conocida como miocarditis asociada a la vacuna (VAM). Los investigadores descubrieron que los hombres jóvenes de entre 14 y 30 años se ven especialmente afectados. Una reacción inmune excesiva a las vacunas de ARNm podría influir.
Se analizaron datos de personas menores de 30 años que desarrollaron miocarditis después de la vacunación. Los investigadores examinaron biomarcadores clínicos, centrándose particularmente en los niveles de troponina, que proporcionan evidencia de daño cardíaco. Se utilizaron exploraciones CMR para detectar lesiones cardíacas y cicatrices. La troponina T, una proteína de las células del músculo cardíaco, se libera cuando las células del músculo cardíaco se destruyen, por ejemplo en un ataque cardíaco.
Se considera un indicador fiable del daño del músculo cardíaco. El valor aumenta unas tres horas después de un infarto, alcanza un máximo a las 24 horas y vuelve a la normalidad al cabo de 10 a 14 días, según la Asociación Profesional de Internistas Alemanes (BDI).
Se recomienda precaución: estos son los síntomas de las enfermedades del músculo cardíaco
Los resultados del estudio muestran que alrededor del 72% de los afectados presentaban cicatrices o acumulación de líquido en el músculo cardíaco. Esto a menudo se asociaba con síntomas como dolor en el pecho, palpitaciones y dificultad para respirar.
Según la Heart Foundation, no existe un síntoma principal único, específico y confiable. A menudo, los primeros signos se perciben como síntomas generales de infección y no están asociados con el corazón. Esté alerta si síntomas como fiebre, mareos, dolor muscular o diarrea persisten o reaparecen después de que la infección haya desaparecido. Los síntomas típicos pueden ser:
Los síntomas típicos de la miocarditis pueden ser:
- Dificultad para respirar al hacer esfuerzo
- Corazón acelerado
- Palpitaciones del corazón, también conocidas como arritmias
- Angustia
- Cansancio y fatiga inexplicables
- Debilidad física
Dado que los síntomas suelen ser inespecíficos, el diagnóstico es difícil, especialmente en los casos leves. Para aclarar la sospecha, el médico utiliza primero un ECG, radiografías y ecocardiografía. En el curso posterior, la resonancia magnética del corazón (kMRI) y los análisis de sangre desempeñan un papel importante. En particular, el valor de troponina es un indicador decisivo de miocarditis.
Consecuencias a largo plazo de la vacunación contra el coronavirus: es importante realizar un seguimiento a largo plazo de los afectados
Los científicos destacan la importancia de un seguimiento médico a largo plazo de los afectados para identificar posibles efectos sobre la salud del corazón. Aunque el riesgo se considera bajo, los resultados plantean dudas sobre las posibles consecuencias a largo plazo de la vacuna contra el coronavirus.
El número de casos ha aumentado durante la pandemia: antes de Corona había 8 casos por 100.000 personas, durante la pandemia este valor aumentó a 150 a 160 casos por 100.000 personas.
Peligro incluso en casos leves: se necesitan más estudios
Los investigadores señalan que se trata de un estudio retrospectivo basado principalmente en datos de pacientes con miocarditis grave. Sin embargo, también se encontraron cicatrices en los casos más leves. Se necesitan más estudios para confirmar los resultados y aclarar las causas exactas.
Los investigadores también encontraron que el 95% de los pacientes adolescentes con VAM habían recibido la vacuna Pfizer-BioNTech, mientras que el 5% recibió la vacuna Moderna. Las infecciones por corona también aumentan el riesgo de varias enfermedades.
Sin embargo, cabe destacar que la propia infección por el coronavirus también puede tener graves consecuencias a largo plazo, como el Long COVID. Consecuencias a largo plazo como, por ejemplo, daños intestinales, se producen en muchos enfermos de COVID-19.
¿Qué es la miocarditis?
La miocarditis es una enfermedad inflamatoria del músculo cardíaco en la que los virus suelen atacar el miocardio, la capa de tejido del músculo cardíaco situada entre el endocardio (el revestimiento interno del corazón) y el epicardio (el revestimiento exterior del corazón), y pueden destruir el tejido muscular. El proceso puede afectar localmente o a todo el músculo cardíaco. En muchos casos, la defensa inmune puede lograr la curación, pero a veces puede contribuir por sí misma al daño tisular. Aún no se comprende del todo el motivo exacto de esta reacción.
El curso y el pronóstico de la miocarditis son difíciles de predecir porque el tipo, extensión y duración de la inflamación varían de persona a persona. Las sustancias nocivas o determinados medicamentos también pueden activar el sistema inmunológico y provocar inflamación.
La enfermedad a menudo no presenta síntomas típicos, lo que a menudo dificulta que los médicos la detecten. Con una protección física constante, hay muchas posibilidades de que la miocarditis se cure sin mayores consecuencias. De lo contrario, existe el riesgo de que se produzca insuficiencia cardíaca o arritmias cardíacas y, en el peor de los casos, una muerte cardíaca súbita, según el Centro Alemán de Investigaciones Cardiovasculares (DZHK).
Fuente: wa.de