Emmanuel Macron, ha advertido este miércoles del «fin de la abundancia» como consecuencia de la crisis energética en Europa, las interrupciones en la cadena de suministros y el impacto de la sequía prolongada que azota el continente europeo.
«En el fondo, estamos viviendo el fin de la abundancia: el de la liquidez sin coste, el de los productos y tecnologías que nos parecían perpetuamente disponibles (y) la ruptura de las cadenas de valor (…) Tendremos arreglos que hacer», ha señala.
El mandatario francés ha señalado que la escasez de agua se ha dejado sentir este verano ante la gran ola de incendios que vive Europa, por lo que ha agradecido a los bomberos y agricultores su labor ante estos desastres naturales, según ha recogido el diario ‘Le Parisien’.
Macron también ha citado los desafíos que enfrenta el país, más allá de «la crisis climática y sus consecuencias», como «nuevos riesgos», entre ellos el cibernético, así como la crisis de valores universales en el entorno internacional, que ha puesto en jaque conceptos como la democracia o los Derechos Humanos.
«El auge de los regímenes iliberales, el fortalecimiento de los regímenes autoritarios, y lo hemos vuelto a ver en los discursos desinhibidos de los últimos meses, son claros», ha explicado Macron, según ha recogido la cadena BFMTV.
«Debemos responder con seriedad y credibilidad. No cedamos a la demagogia», ha alertado el mandatario francés, agregando que el régimen de libertad en Francia «tiene un coste» que puede requerir sacrificios.
«Creo que lo que estamos viviendo es más bien un gran giro, un gran cambio», dijo Macron, instando a sus ministros a ser ambiciosos y a los franceses a aceptar hacer más esfuerzos. «La libertad tiene un costo. Las batallas que tenemos que librar (…) solo se ganarán con nuestros esfuerzos».
Por otra parte los sindicatos rechazaron su llamamiento a hacer sacrificios, diciendo que los trabajadores necesitan salarios más elevados para hacer frente a la creciente inflación.
La reforma de los regímenes de pensiones y de las prestaciones por desempleo también está en marcha y podría desencadenar protestas callejeras.
«Nos opondremos a estos nuevos sacrificios», dijo Philippe Martínez, jefe del sindicato CGT, a BFM TV tras las declaraciones de Macron, y añadió que las protestas de septiembre pedirán medidas para aumentar los salarios y limitar el aumento de los precios.
Una de las cuestiones clave será la renovación de los topes de precios de la electricidad y el gas que expiran a fines de año, así como la rebaja de los carburantes, que en conjunto han contribuido a mantener la inflación francesa más baja que la de muchos países de la Unión Europea, pero que pesan mucho sobre las finanzas públicas.