Los CHIPS CEREBRALES de Elon Musk serán una realidad

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Aseguró en diciembre que NEURALINK, su empresa de tecnología, comenzaría a implantar microchips en humanos en 2022. Una oferta de trabajo publicada por la compañía en Internet parece indicar que el momento ha llegado. La empresa está buscando a un director de ensayos clínicos para hacer realidad esa idea de ciencia ficción de humanos con chips cerebrales.

«Como director de ensayo clínico, trabajará en estrecha colaboración con algunos de los médicos más innovadores y los mejores ingenieros, además de con los primeros participantes del Ensayo Clínico de Neuralink», dice la oferta de trabajo publicada por la compañía. Una señal de que el experimento está a punto de comenzar, después de que Musk prometiera hacerlo realidad en 2020, luego retrasarlo hasta 2021 y más tarde hasta 2022.

El revuelo formado tras la publicación de la oferta llega también después de que Neuralink recibiera en agosto 205 millones de dólares (181,2 millones de euros) en fondos para acelerar el desarrollo de esta tecnología.

Musk twitteó que Neuralink estaba trabajando en estrecha colaboración con la Administración de Drogas y Alimentos de los EEUU (FDA) para conseguir el visto bueno de la agencia federal para comenzar a probar esta tecnología en humanos. Aprobación que aún no ha conseguido.

Los fabricantes de dispositivos médicos suelen contratar directores médicos cuando comienzan a relacionarse con la FDA para aumentar sus posibilidades de éxito ante el organismo, lo que indica que Neuralink se encuentra en esta fase.

El puesto es para la sede de la empresa Neuralink en Fremont (California). Desde allí, Musk quiere desarrollar un chip que se pueda implantar quirúrgicamente en la parte posterior de la cabeza de una persona, que le permita interactuar con máquinas y realizar tareas como controlar un teléfono o una computadora sin mover las extremidades. Uno de los objetivos clave de esta tecnología es que las personas con paraplejia puedan interactuar con el mundo a través de las máquinas que los rodean.

Neuralink es una empresa de neurotecnología estadounidense especializada en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora, implantables, también conocidos como Brain-Machine Interfaces o BMI, fundada por Elon Musk en 2016.

En abril de 2021, la compañía mostró unas imágenes de un mono jugando al Pong, el primer videojuego de éxito credo por Atari en 1972 que simula un tenis de mesa, para demostrar que era capaz de conectar el cerebro de un ser «inteligente» a un ordenador.

Según declaraciones de Musk, la tecnología desarrollada por Neuralink busca, a la larga, lograr una simbiosis total con la inteligencia artificial. Actualmente se encuentra desarrollando experimentaciones en animales en conjunto con la Universidad de California en Davis.

Según el equipo de Neuralink, el sistema que están desarrollando utilizará sondas biocompatibles que serán insertadas en el cerebro mediante un proceso automatizado realizado por un robot quirúrgico. El objetivo de dichas sondas es localizar señales eléctricas en el cerebro mediante una serie de electrodos conectados a estas. El experimento ya se realizado con un mono, al cual se le dieron habilidades para jugar al Pong telepaticamente. Elon Musk desea que este invento sirva de algo en la futura humanidad para comunicarse telepaticamente.

Objetivo a largo plazo

Como objetivo a largo plazo se espera que las interfaces cerebro-computadora estén disponibles para el público general y se integren como tecnología imprescindible en la vida diaria, similar a la forma en la que, actualmente, tecnologías como los teléfonos móviles u ordenadores portátiles son de uso esencial en el día a día.

Musk ha declarado en múltiples ocasiones su creencia de que la inteligencia artificial representa un riesgo para los seres humanos, debido a la posibilidad de que esta supere en habilidades a la especie humana. Para él, la mejor solución al problema sería, en vez de seguir desarrollando sistemas de AI externos a los seres humanos, lograr una simbiosis total con la inteligencia artificial de modo que pueda ser controlada. Lo que se lograría creando una capa de inteligencia artificial sobre la corteza cerebral, sistema que se está desarrollando con Neuralink.

El interés de Musk por las interfaces cerebro-computadora comenzaría, en parte, debido a la influencia de un concepto de ciencia ficción llamado «Neural Lace» que es parte del universo ficticio descrito en La Cultura, una serie de novelas escritas por Iain Banks.

Críticas

Mary Lou Jepsen, fundadora de Openwater, una compañía que también trabaja en el área de las interfaces cerebro-computadora con el objetivo de crear un sistema de telepatía, ha expresado preocupación por las reacciones de rechazo que puedan ocasionar las sondas.

Thomas Oaxley, CEO de Synchron, compañía australiana que también se encuentra desarrollando un sistema para insertar sondas cerebrales que eviten cualquier penetración directa con el tejido cerebral, y por ende, no causen traumatismos, dice que no se deberían esperar resultados efectivos próximamente, ya que la tecnología no es lo suficientemente avanzada como para lograrlo. Sin embargo, considera que debido a que Musk está dispuesto a invertir grandes cantidades de dinero en su compañía, será «emocionante ver lo que vaya a desarrollar».