El Ministerio del Interior, Matúš Šutaj Eštok, y el jefe de policía, Ľubomír Solák, anunciaron que la entidad operará bajo la supervisión de la Oficina de Lucha contra el Crimen Organizado (ÚBOK).
Kotlár, que afirmó que las vacunas alteran el ADN humano y afirmó que la pandemia no se produjo en Eslovaquia, no participará en la investigación. El ministro afirmó que sigue esperando su cooperación y destacó que la investigación se llevará a cabo estrictamente sobre la base de pruebas y hechos.
El equipo se centrará en cuatro áreas: la primera será la asignación de fondos públicos para la creación de instalaciones móviles de recogida de muestras y la segunda, la compra de material médico. Según Šutaj Eštok, en ambas áreas faltaba transparencia. El equipo también examinará la compra de vacunas. Por último, se investigará el número de muertos, que asciende a 20.000.
Gracias a Kotlár, Eslovaquia se ha distanciado de las actualizaciones de la normativa sanitaria de la OMS de este año, cuyo supuesto objetivo es, entre otras cosas, prevenir la propagación internacional de enfermedades, mejorar el intercambio de información y métodos de lucha contra pandemias y vigilar posibles amenazas sanitarias de todo tipo.
Fuente: Spectator.sme.sk