En 1988, Les Wexner tomó el control de Abercrombie & Fitch y fue él quien nombró a Mike Jeffries como CEO en 1992.
Les Wexner es un multimillonario y uno de los hombres más influyentes en la política estadounidense-israelí, fundador de Bath & Body Works y propietario de Victoria’s Secret, el gigante estadounidense de la lencería. Wexner, por supuesto, es un judío y acérrimo sionista, que usa su dinero e influencia para conseguir tanto de Republicanos como Demócratas, políticas que favorecen al estado de Israel.
¿A quién puso Wexner a cargo de la gestión de su vasta fortuna? Al mismo Jeffrey Epstein, que junto con Ghislaine Maxwell (hija del israelí Robert Maxwell), operaba la infame red internacional de prostitución para atrapar y sobornar a líderes internacionales, desde artistas a jefes de estado.
Era Jeffrey Epstein quién manejaba la fortuna de Wexner y operaba su propio negocio desde una casa que era propiedad de Wexner y en la que a veces residía mientras era asesor de Victoria’s Secret en NYC.
A finales de los ochenta, cuando el dueño de Victoria’s Secret y el que fuera amigo del príncipe Andrés se conocieron en una fiesta, el primero cayó rendido a los encantos de Epstein, que ya tenía mucha influencia en New York. Epstein se movía entre las altas esferas y pasó a ser uno de los hombres de confianza de Wexner. Se convirtió en un tipo de asesor y administrador para él, con acceso a su fortuna.
«Wexner tenía el dinero que buscaba Epstein, y Wexner obtuvo de Epstein el glamour y la suavidad que buscaba», asegura Cindy Fedus-Fields, ex directora ejecutiva de Victoria’s Secret Direct, tal y como recoge The New York Post.
«Epstein era extraordinariamente cautivador y podía convencer de cualquier cosa de cualquiera. Era un maestro manipulador», añade Steven J. Hoffenberg, ex socio comercial de Epstein. «No había una parte del imperio de Wexner a la que Epstein no tuviera acceso y no tuviera la capacidad de controlar», explica también Sarah Ellison, periodista del Washington Post.
Algo más que amigos
El documental «Victoria’s Secret: Angels and Demons» insinúa que entre los dos podría haber existido algo más que un vínculo profesional o de amistad: «Cada uno debe haber satisfecho la necesidad del otro (…) No estoy infiriendo en absoluto que fuera una necesidad sexual, pero había algo allí», confiesa también Fedus-Fields.
Por esta presunta relación le preguntaron al propio Epstein en un interrogatorio en 2010, en Florida, y él lo negó. A través de sus abogados y tras negarse a ofrecer declaraciones para este proyecto, Wexner también «negó categóricamente» estas insinuaciones.
Señalan que Epstein también estuvo muy involucrado en el matrimonio entre Wexner y Abigail S. Koppel, con quien el magnate de la moda se casó en 1993. Tanto es así que Epstein supervisó su contrato prenupcial. También existió un acuerdo, que no llegó a cerrarse, para que Epstein comprara la casa de huéspedes donde el matrimonio vivía en New Albany, Ohio.
Wexner se desvinculó de Epstein
Hay que recordar que en el verano de 2019, Lex Wexner se desvinculó de Epstein y lo acusó incluso de malversar el dinero de su familia. En una carta, escribió: «Me da vergüenza que, como a tantos otros, me haya engañado. Ahora sé que mi confianza en él estaba muy fuera de lugar y lamento profundamente haberme cruzado en su camino».
Alrededor de un año después, en agosto de 2020, el pedófilo apareció muerto a los 66 años en su celda de New York. A día de hoy, siguen abiertas causas pendientes sobre el caso. Su amante, Ghislaine Maxwell fue condenada el pasado martes 28 de junio a 20 años de cárcel por tráfico sexual de menores por su vínculo con la red de pedofilia. El Príncipe Andrew, que había estado en la mansión de Palm Beach, llegó a un acuerdo millonario con la mujer que lo acusaba de haber abusado de ella cuando esta era menor de edad.
El multimillonario dirigió esta red de abusos sexuales a menores a principios de los 2000 y en el 2006 fue arrestado. A finales de 2007, Wexner le quitó todos los poderes sobre su fortuna.