El grupo Flannery Associates (respaldado por un grupo de inversores de Silicon Valley) ha comprado silenciosamente tierras agrícolas y baldías.
Su objetivo es construir una nueva ciudad utópica que ofrezca a sus miles de residentes transporte público confiable y vida urbana, todo lo cual funcionará con energía limpia. Definitivamente parece que harán una gran prueba de ‘Ciudad de 15 Minutos’.
El proyecto fue encabezado por Jan Sramek, un ex operador de 36 años de la firma de banca de inversión Goldman Sachs, y cuenta con el respaldo de destacados inversores de Silicon Valley, entre ellos Michael Moritz, un capitalista de riesgo; Reid Hoffman, cofundador de Linkedin; Laurene Powell Jobs, fundadora del grupo filantrópico Emerson Collective y esposa de Steve Jobs; Marc Andreessen, inversor y desarrollador de software; Patrick y John Collison, los hermanos cofundadores del procesador de pagos Stripe; y los empresarios Daniel Gross y Nat Friedman, informó el Times.
Michael Jonathan Moritz nació en una familia judía en Cardiff, Gales, el 12 de septiembre de 1954. Sus padres, eran un judíos alemanes que huyeron de la Alemania nazi. Aparece como un ‘Colaborador de la Agenda’ en la página del Foro Económico Mundial. Moritz trabaja para Sequoia Capital, que también figura en la sección de ‘organizaciones’ en el FEM. Desde sus inicios, la gran mayoría del dinero que invierte Sequoia ha sido en nombre de organizaciones sin fines de lucro y escuelas como la Fundación Ford, Mayo Clinic y el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), lo que significa que la mayoría de los retornos que genera benefician a estas grandes causas. Sus inversiones en empresas de internet incluyen a Google, Yahoo, Skyscanner, PayPal, YouTube, eToys y Zappos.
Reid Hoffman, un empresario estadounidense, inversor de riesgo y autor. Hoffman es conocido por ser cofundador de LinkedIn. Aparece como un ‘Colaborador de la Agenda’ en la página del Foro Económico Mundial, acude frecuentemente al FEM en Davos, Suiza, y asistió a las reuniones del Club Bilderberg en 2011, 2012, 2022. También figura como miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, para el que fue elegido en 2015. Fue vicepresidente ejecutivo de PayPal y tiene una basta experiencia de trabajo en empresas tecnológicas.
Según el libro de David Kirkpatrick, “The Facebook Effect”, Hoffman concertó la primera cita entre Mark Zuckerberg y Peter Thiel, que tuvo como resultado la inversión inicial de Thiel en la compañía de U$S 500.000. Thiel también invirtió en el Seasteading Institute, en un intento de construir una nueva sociedad sobre estructuras parecidas a nenúfares en un océano abierto libre de leyes e impuestos. Hoffman invirtió junto a Thiel en la primera fase de financiación de Facebook.
Además, políticamente destaca como contribuyente a candidatos políticos Demócratas: En 2014 Hoffman contribuyó con U$S 500.000 a la campaña de la Asamblea Estatal de David Chiu al financiar un comité de gastos independiente. En 2016, Hoffman contribuyó con U$S 220.000 en apoyo del candidato demócrata a gobernador de Vermont, Matt Dunne. En 2018, ayudó a financiar Alloy, una empresa fundada para intercambiar datos legalmente con grupos demócratas afiliados como los super PAC. Hoffman aportó la mitad de los 35 millones de dólares para iniciarlo. La empresa cerró en 2021 después de no cumplir su promesa. Luego Hoffman donó al menos U$S 500.000 al súper PAC de los Demócratas convencionales, que se fundó en febrero de 2022 y desde entonces ha gastado más de U$S 1 millón en apoyo a las campañas de los demócratas moderados Henry Cuellar y Kurt Schrader. Ha sido un importante donante del presidente Joe Biden.
El año pasado, Soros se asoció con el multimillonario izquierdista Reid Hoffman (cofundador de LinkedIn) para respaldar financieramente un proyecto para combatir la llamada desinformación. El nombre que eligieron podría haber venido del mismo George Orwell: Good Information Inc. Y como si fuera poco, Hoffman figura en la lista de quienes se reunieron con Jeffrey Epstein.
Financió el proceso judicial de E. Jean Carroll, quien alego que Donald Trump la violó, a través de un grupo sin fines de lucro que respalda el principal donante demócrata, American Future Republic. El primer día del juicio, en una publicación de Truth Social ya eliminada, Trump afirmó que el equipo de Carroll intentó ocultar que el caso estaba “financiado por un gran donante político”.
Lauren Powell Jobs, la viuda de Steve Jobs, fundadora de Emerson Collective, organización que aboga por la creación de políticas en materia de educación y reforma migratoria, justicia social y conservación del medio ambiente y que forma parte de la sección de ‘organizaciones’ del Foro Económico Mundial. Posee 130-140 millones de acciones (7–8 %) en The Walt Disney Company, lo que la convierte en su principal accionista individual.
Powell trabajó para Merrill Lynch Asset Management y pasó 3 años en Goldman Sachs como estratega de operaciones de renta fija.
En las elecciones presidenciales de EEUU de 2016, Powell Jobs donó U$S2 millones de dólares a Hillary Clinton y recaudó otros U$S 4 millones de dólares para ella. Ha gastado millones en importantes propiedades mediáticas como The Atlantic, Axios y Mother Jones a través de su firma de inversión en «cambio social», Emerson Collective. Los cuales muchos de ellos tomaron préstamos gubernamentales al principio de la crisis de COVID en 2020. Y en ese año donó poco más de U$S 600.000 a la campaña de Joe Biden. Ella se encuentra entre varios titanes tecnológicos de Silicon Valley que respaldaron la carrera de Biden, incluido el cofundador de Facebook, Dustin Moskovitz, y el fundador de Zynga, Mark Pincus. En las primarias presidenciales de EEUU de 2020, Powell Jobs donó además a las campañas de los candidatos demócratas Amy Klobuchar, Buttigieg, Kamala Harris, Cory Booker y Michael Bennet.
Al igual que Reid Hoffman, también forma parte del Council on Foreign Relations, en el consejo asesor del presidente del CFR.
Powell Jobs también canalizó dinero hacia la operación de medios liberal ACRONYM, que a su vez opera Courier Newsroom, un grupo de 7 sitios diferentes que se hacen pasar por medios de noticias locales mientras distribuyen lo que un crítico llamó «propaganda partidista hiperlocal«. Powell Jobs ha sido incluido más de una vez como una de los principales patrocinadores de ACRONYM. Un artículo del New York Times la describió así, al igual que un artículo de Vox.
Flannery Associates
La empresa Flannery es una creación de Jan Sramek, de 36 años, un ex operador de Goldman Sachs que ha cortejado silenciosamente a algunos de los nombres más importantes de la industria tecnológica como inversores
Aunque Flannery ha estado comprando tierras de cultivo y terrenos baldíos durante los últimos cinco años, sólo recientemente comenzó a interactuar con funcionarios y residentes locales, según el Times e informes locales.
Flannery ha comprado tierras a agricultores por varias veces más que el valor de mercado y se ha convertido en el mayor terrateniente del condado de Solano, un área a 60 millas al noreste de San Francisco. El terreno comprado por la empresa rodea la base de la fuerza aérea de Travis en Fairfield, una ciudad de unos 120.000 habitantes y hogar de la cervecería Anheuser-Busch Co y la fábrica de gominolas Jelly Belly.
Recientemente, Flannery se ha estado reuniendo con funcionarios y representantes locales, según el Times. También ha enviado encuestas de opinión a los residentes locales para evaluar su opinión sobre una iniciativa que podría aparecer en las papeletas de los votantes del condado de Solano, según el periódico SF Gate.
«Este proyecto incluiría una nueva ciudad con decenas de miles de nuevas viviendas, una gran granja de energía solar, huertos con más de un millón de árboles nuevos y más de diez mil acres de nuevos parques y espacios abiertos», una captura de pantalla de la encuesta obtenida por lee el periódico.
La encuesta también pregunta si los residentes apoyarían el proyecto si se ubicara en un área con “suelo malo que sólo aporta el 5% de la producción agrícola del condado”, según una publicación en Facebook de Catherine Moy, alcaldesa de Fairfield, la ciudad más cercana a las compras de Flannery.
A pesar de los elevados objetivos establecidos por Flannery, el grupo enfrenta una batalla cuesta arriba que afectará cada paso del proceso de creación de una nueva ciudad desde cero. La empresa ha sido demandada por agricultores que vendieron sus tierras al grupo por lo que los propietarios describen como una “conspiración ilegal para fijar precios”. Parcela tras parcela, Flannery hizo ofertas por millas a todos los propietarios, pagando varias veces el precio del mercado, independientemente de que la tierra estuviera lista para la venta o no. Flannery tendría que obtener la bendición de los funcionarios a nivel local y estatal y de los residentes. También tendrá que sortear obstáculos ambientales y de zonificación, según el San Francisco Chronicle.
La esperanza es que los votantes se sientan atraídos por las promesas de miles de empleos locales, mayores ingresos fiscales e inversiones en infraestructura como parques, un centro de artes escénicas, tiendas, restaurantes y una escuela de oficios.
En noviembre de 2018, la compañía envió ofertas a “la mayoría de los propietarios de tierras en esta área”, según la demanda, e incluyó incentivos como permitir a los vendedores retener los ingresos de las turbinas eólicas, así como permanecer en las propiedades sin pagar alquiler en virtud de un arrendamiento a largo plazo. A lo largo de 5 años, la empresa compró unas 140 propiedades de 400 propietarios, según la demanda.