El derrame golpeó hábitats marinos críticos y los pescadores dicen que sus medios de subsistencia han sido destruidos: «Acaban de destruir una base de biodiversidad».
- Afecta a unos 50 kilómetros de costa
- Área dañada: es de un millón 739 mil metros cuadrados y estimó que dicha cifra podría incrementarse
- El vertido es de unos 6.000 barriles de petróleo
- REPSOL dice que la Marina de Perú no lanzó advertencia sobre tsunami tras erupción del volcán Tonga
- A diferencia de otros países vecinos, la Marina peruana desestimó la alerta de Tsunami
- El gobierno de Perú culpa a REPSOL
- Declaran por 90 días en emergencia ambiental la zona marina afectada por derrame de Repsol
Estos derrames afectan todo el ecosistema donde se produce el evento a lo cual perjudica gravemente la vida marina y la pesca, así como a las costas con efectos que pueden llegar a ser muy persistentes en el tiempo.
Tras el derrame petrolero atribuido a la erupción volcánica en Tonga, playas y fauna de Perú quedaron gravemente afectadas. Expertos exigen que Repsol asuma responsabilidad y dicen que el daño podría durar una década.
Mediante Decreto Supremo 021-2022-MINAM, publicada hoy en el Diario Oficial El Peruano, también aprueba el Plan de Acción Inmediato y de Corto Plazo para la atención de la emergencia ambiental en el área geográfica afectada.
El decreto señala que el Informe 00009-2022-MINAM/VMGA/DGCA, la Dirección General de Calidad Ambiental, determina que el derrame de petróleo crudo constituye un evento súbito y de impacto significativo sobre el ecosistema marino costero de alta diversidad biológica (fauna silvestre y recursos hidrobiológicos), y un alto riesgo para la salud pública; por lo que considera la procedencia de la declaratoria de emergencia ambiental.
La zona afectada por el crudo se trata de la comprendida por los distritos de Ventanilla, Santa Rosa, Ancón entre otras.
El vertido de 6.000 barriles de petróleo en la costa central de Perú se produjo el sábado 15 de enero, pero la catástrofe ambiental se sigue extendiendo. El derrame ocurrió durante una operación de descarga de la refinería La Pampilla, ubicada en Ventanilla, un distrito de la provincia de El Callao, aledaña a Lima. Repsol, empresa operadora de la refinería, atribuyó el hecho al “oleaje anómalo” producido tras la erupción del volcán subterráneo en Tonga.
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), adscrito al ministerio del Ambiente peruano, informó que, hasta el momento, el área dañada es de un millón 739 mil metros cuadrados y estimó que dicha cifra podría incrementarse con el transcurso de los días. Según el ente, nueve playas y dos reservas naturales protegidas se han visto afectadas, la Reserva Nacional del Sistema de Islas, Islotes e Islas Guaneras y la Zona Reservada de Ancón.
Por el lado de REPSOL, Tine van den Wall Bake, gerente de comunicaciones de la subsidiaria peruana de Repsol, indicó que la descarga de crudo de un buque italiano a las mangueras de la refinería comenzó el viernes 14 y que al día siguiente consultaron con la Marina si había algún alerta para el litoral y, como no fue así, continuaron la operación.
[EN VIVO] Lorena Márquez Ísmodes, jefa del Centro Nacional de Alerta de Tsunami: No existe una alerta de tsunami, no hay que alarmar a la población. Seguimos monitoreando los niveles
del mar.
Sigue informándote en https://t.co/Yp74gn7xKX#CanalN. minuto a minuto. pic.twitter.com/l7gwDMj202— Canal N (@canalN_) January 15, 2022
La Marina de Guerra del Perú presentó un comunicado en el que explica por qué no se pronunciaron con anticipación sobre estos hechos.
Según, la misiva “se realizó la evaluación respectiva y se determinó que dicho fenómeno (erupción volcánica en Tonga) no ocasiona una alerta de tsunami en nuestras costas”.
Se llegó a dicha conclusión tras el trabajo del Centro Nacional de Alerta de Tsunamis, organismo que monitorea constantemente las condiciones de nuestro mar.
Sin embargo, el comportamiento del mar sí se mostró diferente a lo usual y llegó a alertar a diversos bañistas e incluso afecto a negocios cerca del litoral como los ubicados en la playa Lagunillas en Paracas. En la zona de San Andrés, según Canal N, diversas embarcaciones terminaron dañadas por los fuertes oleajes que se registraron.
La Marina indicó que fue notificada del comentado comportamiento de las aguas costeras, pero señaló que esto sucedió «no habiéndose presentado las condiciones técnicas requeridas para la determinación de alerta de tsunamis de acuerdo con los protocolos establecidos por el Sistema Nacional de Alerta de Tsunamis. Según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), hasta el momento son 22 los puertos del litoral norte y centro que se encuentran cerrados ante el inusual comportamiento de las aguas del Océano Pacífico.
La Defensoría del Pueblo anunció que abrirá una investigación de oficio contra la Marina de Guerra del Perú por no emitir una alerta clara, cuando países como Chile y Ecuador sí lo hicieron.
“Ante una presunta falta de debida diligencia en la adopción de medidas para salvaguardar la vida e integridad física de las personas, así como su patrimonio, luego de la erupción volcánica en Nukualofa – Tonga, abrimos una investigación de oficio a Marina de Guerra del Perú”, señaló la institución a través de su cuenta de Twitter.
«La Marina de Guerra del Perú, a través de la Dirección de Hidrografía y Navegación, debe emitir alertas claras, oportunas y simultáneas, tras evaluar el estado del mar en función al comportamiento oceánico, y adoptar medidas idóneas de prevención y precaución para seguridad de población», agregó.
Asimismo, lamentó el «fallecimiento de dos personas ahogadas en la playa Naylamp, en Chiclayo, tras ser alcanzadas por fuertes olas el día sábado» y «el perjuicio ambiental a causa del derrame de petróleo en Ventanilla, vinculado a los peligrosos oleajes«.
En un principio, Repsol habría comunicado a OEFA que solo se había producido un “derrame limitado” de 0,16 barriles del oro negro (unos 25 litros) en un espacio de apenas 2,5 metros cuadrados. Lo cual denuncian desde el gobierno peruano como información inexacta.
Según Ana Sabogal, experta en temas medioambientales de la Universidad Técnica de Berlín y también profesora de la Universidad Católica de Perú, si se hubiese sabido desde un comienzo la cantidad exacta de petróleo derramado, los daños hubiesen sido “sin duda” menores y el petróleo no se hubiese extendido tanto.
“Es desastroso lo que ha ocurrido. Se debió avisar rápido sobre la magnitud. Se hubiese podido evitar que muchas aves mueran”, lamenta Sabogal. Cinco días después de un derrame, agrega la experta, el petróleo se empieza a mezclar en el mar y se termina hundiendo, afectando a la fauna, no solamente a las aves en la superficie, sino también a peces. Producto de la contaminación, las autoridades peruanas han hallado muertas a decenas de gaviotas, pingüinos y otras especies marinas cubiertas de petróleo. Otras fueron rescatadas con vida.
Según la vocera de la empresa, la carga total era de 985.696 barriles de crudo y habían descargado 628.000 cuando llega el “oleaje anormal” el sábado y “se rompen los cabos de estribor”, describió a la emisora Radioprogramas el miércoles. La empresa informó el domingo mediante un comunicado que el “derrame limitado fue rápidamente superado”.
¿Cuáles son las consecuencias de un derrame de petróleo?
La mayoría de los desastres petrolíferos pasan en el mar, sobre todo cerca de las costas donde los ecosistemas son más diversos y llenos de millares de diferentes especies.
Los peces pueden incorporar contaminantes orgánicos persistentes y los depredadores que los consumen transmiten el envenenamiento petrolero de un animal a otro por la cadena alimenticia, poniendo en riesgo incluso la seguridad en la alimentación humana.
Las aves son de las especies más vulnerables, pues al no poder volar, estas se quedan en la playa para no herirse aún más y terminan muriendo de frío o de hambre.
Cuando ha habido un derrame de petróleo, la superficie del mar queda con una especie de capa oscura, la cual obstruye el paso de la luz y como consecuencia afecta el proceso de la fotosíntesis de muchos de los organismos primarios, y de allí también se afecta el resto de la cadena trófica de los ecosistemas.
El petróleo queda impregnado en los sedimentos de las costas y el suelo queda con la misma capa donde afecta también los organismos que allí viven. El ecosistema costero no se puede regenerar ya que esta película de hidrocarburo impide el crecimiento de nuevas plantas.
Las playas a las cuales llega esta contaminación son forzadas a cerrar debido a que es una amenaza para la salud pública el contacto con la piel.
Económicamente, las mareas de petróleo dejan sin trabajo a miles de marineros y mariscadores, y el mar presenta una variedad de cambios intrínsecos además de los que se pueden ver, pues también son afectadas sus propiedades físicas y químicas. Meteorización, así es llamado el proceso al que da lugar un derrame de este tipo y que tiene una duración indefinida. Este proceso puede cambiar las características del hidrocarburo tal como su composición química así como también las condiciones meteorológicas del lugar, es decir la temperatura y el estado del mar.