Probablemente no sea la única empresa que tome esta decisión este año. El fabricante de vidrio francés Duralex cerró sus hornos desde el 1 de noviembre por al menos cuatro meses debido al aumento de los costos de energía.
Con el rápido aumento de los precios del gas y la electricidad debido al conflicto en Ucrania, las tensiones en el suministro de gas ruso y la indisponibilidad de varias centrales nucleares francesas, el grupo francés Duralex ha decidido detener su producción de vidrio templado este otoño y durante al menos cuatro meses para el ahorro de energía.
En un comunicado, el presidente de Duralex, José Luis Llacuna, explicó su decisión:
“Producir vidrios a los precios energéticos actuales generaría pérdidas insostenibles. Por lo tanto, limitar nuestro consumo de energía en el próximo período nos permite preservar el negocio y el empleo de Duralex”.
Los 250 empleados de la fábrica tendrán jornada reducida durante este tiempo. La compañía dice que tiene suficiente stock para continuar con las ventas comerciales «normalmente» mientras los hornos están en espera.
Se necesita una gran cantidad de gas
Duralex es conocida en el mundo por su cristalería templada elaborada en su fábrica francesa de La Chapelle-Saint-Mesmin. Pero para poder producir sus vidrios, los hornos deben alcanzar los 1.300°C. Y esto requiere una gran cantidad de gas.
El precio del gas europeo ha alcanzado recientemente un nuevo récord en los mercados, superando los € 300 por megavatio-hora (MWh). Los precios mayoristas de electricidad para 2023 también batieron un récord en Francia la semana pasada al alcanzar más de 1.000 euros por MWh, en comparación con los 85 euros de hace un año.
Respondiendo a las llamadas del gobierno francés
Se acerca el invierno y el gobierno francés está bastante preocupado de que no haya suficiente suministro de energía en Francia esta temporada. La primera ministra francesa, Elizabeth Borne, incluso dijo que las empresas industriales podrían verse obligadas a limitar su consumo de energía durante el invierno.
Duralex no se hizo esperar y decidió tomar medidas radicales para enfrentar la crisis. Pero muchos otros fabricantes industriales podrían seguir el mismo camino.
La fundición francesa BAM (Business-Alu Masué) funde aluminio para el mercado automotriz europeo. Como Duralex, la fundición necesita gas para sus hornos y electricidad para hacer funcionar sus máquinas. Sus facturas se han multiplicado por 10 desde finales de 2021. Si los precios siguen subiendo, la empresa podría verse obligada a tomar el mismo tipo de medidas.