Bill Clinton amenazó al medio ‘Vanity Fair’ personalmente para que no escriban sobre su «buen amigo» Jeffrey Epstein

Uno de los nombres en el documento es Bill Clinton, «Doe 36», a quien se menciona unas 50 veces. Clinton ha negado cualquier participación en cualquiera de las actividades criminales de Epstein.

Una de las testigos, Johanna Sjoberg, afirmó en mayo de 2016 que Jeffrey Epstein dijo que “a Clinton le gustaban jóvenes, refiriéndose a las niñas”.

No obstante, aseguró nunca haberlo conocido ni visto en la isla privada de Epstein en el Caribe (la Isla Little Saint James) que, junto a otras propiedades del fallecido, fueron, según los testimonios de las presuntas víctimas, escenarios de sus delitos.

Mientras, Maxwell confirmó en un testimonio que Clinton viajó en el jet privado de Epstein, pero negó que el exmandatario alguna vez visitara la isla caribeña, como lo había afirmado en 2011 Giuffre.

Los documentos judiciales incluyen una sección en la que el abogado de Maxwell busca desacreditar un reporte de medios de comunicación de que poco después de dejar el cargo, Clinton viajó a la isla privada de Epstein en el Caribe.

Ahora, hay un nuevo lote de documentos que se publicó el jueves, y en esos documentos, hay una nueva revelación que no había salido antes sobre Bill Clinton y que está generando muchas dudas y nuevas preguntas. Según cuenta Giuffre en un correo electrónico, Clinton fue a Vanity Fair y amenazó a la revista con no escribir una historia sobre el tráfico sexual de Jeffrey Epstein.

En mayo de 2011, la periodista Sharon Churcher le envió un correo electrónico a Virginia y al abogado de CC, Brad Edwards, aconsejándole que dejara que «VF» (Vanity Fair) comprara su fotografía. “La gran apuesta sería permitirle que también les dé una declaración diciendo que sus entrevistas con nosotros fueron reportadas con precisión y que no tiene nada más que decir en este momento sobre cómo usted fue ‘traficada sexualmente a Pensilvania y a otros hombres, incluidos dos de los hombres más famosos del mundo, políticos respetados”, escribió Churcher, refiriéndose a dos políticos cuyos nombres fueron redactados. Aparentemente se refiere al Príncipe Andrés de Gran Bretaña, a quien Giuffre acusó de abuso sexual (él ha negado las afirmaciones).

Churcher dijo que tales declaraciones podrían plantear un problema «porque estás escribiendo un libro» y «Jeffrey conoce a algunas de las personas más poderosas en el sector editorial y, una vez alertado, inevitablemente intentará ahuyentar a los compradores potenciales».

Entonces Virginia Giuffre respondió:

«Cuando ayer estaba investigando un poco sobre VF, me preocupa lo que podrían querer escribir sobre mí considerando que B. Clinton entró en VF y los amenazó con no escribir artículos sobre tráfico sexual sobre su buen amigo JE».

Ahora bien, si es que Clinton amenazó a VF, surgen grandes preguntas sobre por qué Clinton podría hacer eso, a menos que haya cosas que quisiera encubrir y/o Epstein tuviera cosas sobre él. Es posible que Vanity Fair quiera responder a esto, si pueden responder honestamente.

Dichas afirmaciones fueron negadas rotundamente por un representante del antiguo editor de Vanity Fair, Graydon Carter, que declaró a The Telegraph: «Esto categóricamente no sucedió».

Clinton realizó 26 viajes en el avión de Epstein. Llevó a Epstein a la Casa Blanca varias veces. Giuffre, Steve Scully (que administró las telecomunicaciones de Epstein en Little Saint James de 1999 a 2005) y Doug Band (ex guardaespaldas de Clinton) afirmaron que estaba en la isla de Epstein, aunque Clinton lo ha negado y los registros de vuelo que se han revelado hasta ahora no lo demuestra.

Pero como algunos señalaron, el miércoles Vanity Fair pareció intentar restar importancia a las revelaciones de los documentos y escribió una historia concentrándose en el expresidente Donald Trump. Sin embargo, Giuffre dejó en claro que Trump nunca hizo nada inapropiado que ella supiera. Pero si hablan de Trump, no están hablando de Clinton.

En 2019, tras el arresto de Epstein, el portavoz de Bill Clinton, Angel Ureña, emitió un comunicado en el que aseguraba que el expresidente no sabía «nada» de sus «terribles crímenes». Señaló que entre 2002 y 2003 realizó cuatro vuelos en el avión de Epstein (uno a Europa, otro a Asia y dos a África), que «incluyeron escalas en relación con el trabajo de Clinton Foundation», y fue acompañado por personal, «colaboradores» de la fundación y miembros de seguridad, que «viajaron en todas las etapas de cada viaje».