La policía cree que el hombre, del que se sabe que vivió por última vez en Polonia, fue uno de los buzos que supuestamente colocaron dispositivos explosivos en los oleoductos que iban de Rusia a Alemania bajo el Mar Báltico en septiembre de 2022, según los medios alemanes.
La fiscalía polaca confirmó que se había emitido una orden de arresto contra un ciudadano ucraniano, pero añadió que no fue detenido en Polonia, ya que huyó a Ucrania a principios de julio.
Otro hombre y una mujer, también instructores de buceo ucranianos, fueron identificados en la investigación, pero hasta el momento no se han emitido órdenes de arresto contra ellos, según SZ, Zeit y ARD.
En noviembre de 2022, una investigación sueca encontró rastros de explosivos en varios objetos recuperados del lugar de la explosión, lo que confirmó que las explosiones fueron actos deliberados.
Mientras que en Suecia, los investigadores han cerrado la investigación sobre el caso de sabotaje en los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2, comentó el Primer Ministro Ulf Kristersson a Time el mes pasado.
En enero de 2023, Alemania allanó un barco que, según dijo, podría haber sido utilizado para transportar explosivos y dijo a las Naciones Unidas que creía que buzos entrenados podrían haber colocado dispositivos en las tuberías a unos 70 u 80 metros de profundidad.
Según el diario The New York Times de marzo del año pasado, los servicios de inteligencia consultados por funcionarios estadounidenses indicaban que un grupo proucraniano estaba detrás del ataque. A pesar de esta afirmación, no había conclusiones firmes ni pruebas de que algún funcionario de Kiev o el Presidente estuvieran al tanto del ataque.