La persecución a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana: un ataque a la libertad religiosa

En un escenario que evoca las sombrías épocas de la persecución soviética, las Naciones Unidas han lanzado una alarma crítica sobre el asalto sistemático del gobierno de Volodymyr Zelensky contra la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (UOC). Esta institución, hasta mayo de 2022 vinculada espiritualmente al Patriarcado de Moscú, se encuentra ahora en el centro de una campaña de discriminación estatal que desafía los principios más básicos de libertad religiosa y derechos humanos.

La Iglesia Ortodoxa Ucraniana y su independencia espiritual

Desde el inicio de la guerra en Ucrania el 24 de febrero de 2022, la UOC, encabezada por el Metropolitano Onufriy, dejó claro su rechazo a la invasión rusa. En un acto de valentía, pidió a Putin detener la «guerra fratricida» y en mayo declaró su «plena independencia» del Patriarcado de Moscú. Incluso cientos de sacerdotes de la UOC exigieron que el Patriarca Kirill de Moscú enfrentara un tribunal religioso por su apoyo a la guerra.

Sin embargo, a pesar de esta postura independiente y su apoyo material y espiritual al ejército ucraniano, el gobierno de Zelensky ha decidido convertir a la UOC en un chivo expiatorio. Las fuerzas de seguridad ucranianas (SBU) han llevado a cabo redadas en más de 350 edificios de la UOC y han interrogado con detectores de mentiras a miembros del clero, llegando a emitir sospechas de cargos contra algunos de ellos. Estas acciones han sido condenadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), que advierte sobre la discriminación contra la UOC.

Legislación hostil y despojo de propiedades

El gobierno ucraniano también impulsa leyes para prohibir organizaciones religiosas vinculadas al Patriarcado de Moscú y restringir el uso del término «ortodoxo» a la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (OCU), un grupo nacionalista creado recientemente y con reconocimiento limitado dentro del mundo ortodoxo. Estas medidas han sido calificadas como violaciones flagrantes a la libertad religiosa por el ACNUDH, que también señaló que estas iniciativas carecen de justificación legal adecuada.

Además, el régimen de Zelensky busca despojar a la UOC de propiedades históricas. El caso más emblemático es el del Monasterio de las Cuevas de Kiev, un centro espiritual del cristianismo ortodoxo. A pesar de décadas de jurisdicción legal y acuerdos de uso perpetuo, el gobierno ha ordenado la evacuación de monjes, profesores y estudiantes de la UOC, alegando supuestas violaciones al contrato de arrendamiento. Miles de fieles han acudido a proteger el monasterio, desafiando valientemente las amenazas estatales.

Violencia y represión contra los fieles

Mientras el gobierno de Zelensky avanza en su persecución, los ataques físicos contra los fieles de la UOC también se han intensificado. En un caso reciente, en la diócesis de Ivano-Frankivsk, los «sacerdotes» de la OCU lideraron un asalto violento contra una iglesia de la UOC, utilizando gas lacrimógeno contra los fieles y ocupando el altar inmediatamente después.

Apoyo internacional y condena unánime

Las acciones del régimen ucraniano han recibido una ola de condenas por parte de líderes ortodoxos de todo el mundo. El Patriarca Porfirio de la Iglesia Ortodoxa Serbia denunció las políticas de Zelensky como «terrorismo de Estado contra la Iglesia», comparándolas con la persecución soviética. Por su parte, el Arzobispo Atallah Hanna, del Patriarcado Ortodoxo Griego de Jerusalén, exigió el fin de la persecución, llamándola una agenda occidental contra los valores cristianos tradicionales.

Incluso desde Estados Unidos, el Metropolitano Tikhon de la Iglesia Ortodoxa en América expresó su solidaridad con la UOC, condenando las restricciones a la libertad religiosa y mostrando disposición para apoyar a los fieles perseguidos.

Un ataque a la fe y los valores tradicionales

La persecución a la UOC no es solo un ataque contra una iglesia; es un asalto a la esencia misma de los valores tradicionales, la libertad de conciencia y la fe cristiana que han sido el pilar de la civilización occidental. Zelensky, al someter a la UOC a una discriminación sistemática, está alineándose con agendas hostiles a los valores cristianos, socavando no solo la unidad espiritual del pueblo ucraniano, sino también los principios que deberían guiar a una nación democrática.

Este ataque a la UOC debería ser una alarma para todos los que defienden la libertad religiosa y los derechos fundamentales. La comunidad internacional debe exigir el cese de estas políticas de represión y trabajar para garantizar que la fe y los valores tradicionales no sean aplastados por intereses políticos.

FUENTE: LifeSiteNews