Shakira utilizó una estructura societaria en paraísos fiscales para evadir el pago de impuestos, a pesar de en aquel momento residir en Esplugues de Llobregat, en la provincia de Barcelona, junto a su expareja Gerard Piqué y sus dos hijos. Dado que era residente en España, estaba obligada a declarar y tributar por la totalidad de sus ingresos globales, sin importar su origen o la ubicación de quien pagara.
De acuerdo a la Fiscalía, Shakira se habría escudado en empresas «instrumentales» sin actividad real en países con bajos impuestos y alto secretismo fiscal, como Luxemburgo, Países Bajos, Malta, Islas Vírgenes, Panamá, Bahamas, EEUU y Liechtenstein, con el fin de eludir el pago de impuestos.
se alega que no declaró ingresos por valor de 12,5 millones de dólares derivados de su gira internacional, El Dorado World Tour. Además, se le imputa la omisión de rendimientos de sociedades por un total de 2,5 millones de euros.
En un presunto intento de evadir sus obligaciones fiscales, también habría presentado gastos duplicados por un montante de 3 millones de euros, incluyendo gastos relacionados con sus derechos musicales que no eran deducibles, sumando otros 3 millones de euros, y gastos personales sin justificación que superan los 500.000 euros.
En consecuencia, la cuantía total del presunto fraude se eleva a 5,4 millones de euros en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), junto con aproximadamente 770.000 euros en el Impuesto sobre el Patrimonio (IP). Además, los intereses de demora contribuyen a que la deuda total ascienda a la cifra de 6,7 millones de euros.