Argentina se encamina a negociar en estos días en Bruselas un acuerdo para sumarse como «socio global de la OTAN», que ofrecerá al país equipamiento, logística, capacitación y un posicionamiento del país aliado a las grandes potencias de Europa y EEUU.
«Socio global» se trata de un status superior al de aliado extra-OTAN que la Argentina supo tener durante el mandato del presidente Carlos Menem. Pero en aquel caso la alianza como socio extra-OTAN era un acuerdo unilateral de Argentina con EEU y no con el resto de sus miembros. El mismo status aliado extra-OTAN corre para Brasil y Colombia, pero lo que busca Milei es formar parte del bloque como socio pleno, algo que también intentó Bolsonaro pero sin éxito.
La organización constituye un sistema de defensa colectiva, en el cual los Estados integrantes acordaron defender a cualquiera de sus miembros que sea atacado por una potencia externa, aunque en el último tiempo ha demostrado ser más ofensiva posicionándose contra Rusia en sus fronteras antes de la guerra de Ucrania.
La reciente visita de Washington de la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, sumado al viaje que el Presidente realizará a Dinamarca y la reunión hermética que mantendrá el Ministro de Defensa, Luis Petri, en Bruselas, todo apunta a dar con el objetivo de unirse a la OTAN.
El ministro de Defensa confirmó que esta decisión «es el mandato del Presidente Milei, de reconciliar a nuestras Fuerzas Armadas con el mundo occidental, democrático y libre».
El gobierno argentino recibió al subsecretario de Estado adjunto para América latina, Kevin Sullivan. Este funcionario que fue un destacado Encargado de Negocios de la embajada norteamericana en Buenos Aires hace 6 años, se reunió con el Ministro del Interior, Guillermo Francos en Casa Rosada y dialogaron sobre la intención de Argentina de sumarse a la OTAN.
También se habló del polo logístico que Milei quiere construir en Tierra del Fuego junto con EEUU.