La policía anunció que había allanado al menos once residencias en toda Alemania el martes como parte de una investigación sobre el grupo de activismo climático Letzte Generation, o Última Generación.
El grupo se ha hecho conocido en los últimos meses por bloquear las pistas de los aeropuertos y arrojar comida a los marcos de famosas obras de arte.
La portavoz del grupo, Carla Hinrichs, confirmó las redadas en Twitter y dijo que era «aterrador cuando la policía registra tu armario». Sin embargo, agregó: «¿Crees que vamos a parar ahora?».
Las autoridades dijeron que habían confiscado computadoras portátiles y teléfonos móviles, acusando al grupo de estar vinculado a una «asociación criminal».
Refinería de petróleo en la mira
Cyrill Klement, fiscal en Neuruppin, al norte de Berlín, dijo que la investigación tenía que ver con una acción contra la refinería de petróleo PCK Schwedt en abril pasado.
En un momento, se cortaron los flujos de petróleo a la planta en la frontera con Polonia que proporciona el 90% del combustible de Berlín.
El canciller alemán Olaf Scholz ha acusado a la Última Generación de tácticas «peligrosas» e «incomprensibles».
Por su parte, el grupo dice que continuará con sus esfuerzos para llamar la atención sobre cómo el colapso climático afectará a su generación y a las siguientes. Un vocero del grupo anunció que continuarían con los esfuerzos de desobediencia civil durante los días de Navidad y en el nuevo año a pesar de las redadas policiales.