“En la realidad global de hoy, no es posible manejar una guerra, nadie nos permitirá privar de alimentos a dos millones de personas, aunque esto podría ser justo y moral hasta que ellos devuelvan a los rehenes”, indicó en una conferencia de apoyo a los asentamientos judíos.
Smotrich, un miembro clave de la coalición gobernante del Primer Ministro Benjamin Netanyahu, apoya la reocupación de Gaza, la reconstrucción de los asentamientos judíos retirados en 2005 y lo que describe como la migración voluntaria de grandes cantidades de palestinos fuera del territorio.
La Unión Europea condenó el miércoles sus comentarios, subrayando que “la privación deliberada de alimentos a los civiles es un crimen de guerra”.
El jefe de política exterior del bloque, Josep Borrell, calificó a los comentarios como “más que ignominiosos” y señaló que “esto demuestra, una vez más, su desprecio por el derecho internacional y por los principios básicos de humanidad”.
Aún así, el jueves Smotrich dijo a la radio pública Kan: «Respaldo al cien por cien mi declaración. Algunas personas quieren sacar mis palabras de contexto, pero yo fui muy claro en lo que dije», luego de recibir una lluvia de críticas por haber dicho el lunes que matar de hambre a los dos millones de palestinos que habitan la Franja «podría estar justificado».
Smotrich, habitante de un asentamiento israelí en Cisjordania ocupada, sugiere que la entrega de ayuda humanitaria a los civiles de Gaza debería estar condicionada a que Hamás libere a los 111 rehenes israelíes que aún mantiene cautivos en la Franja.
David Lammy, el nuevo secretario de Relaciones Exteriores británico, dijo que “no puede haber justificación para los comentarios del ministro Smotrich”.
“Esperamos que el gobierno israelí en general se retracte y los censure”, escribió en la red social X.
El embajador alemán ante Israel, Steffen Siebert, dijo que los comentarios fueron “inaceptables y atroces”.
“Uno de los principios del derecho internacional y de la humanidad es proteger a los civiles en una guerra y darles acceso a agua y alimentos”, escribió en X.
El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina pidió el jueves a la Corte Penal Internacional (CPI) una orden de detención contra el ministro de Finanzas israelí por defender dejar morir de hambre a los dos millones de habitantes de Gaza.
Las declaraciones del ministro son «una expresión directa de las formas más horribles del fascismo» y el «reconocimiento de la adopción de una política de genocidio», denunció el Gobierno palestino en un comunicado.
Anteriormente, el Ministro de Seguridad Nacional de Israel, Ben Gvir, llegó a pedir ejecutar a los presos palestinos -está a cargo del sistema de prisiones- “con disparos en la cabeza” en lugar de darles más comida, y aseguró que su objetivo es empeorar lo máximo posible las condiciones en las que viven.
También el titular de Patrimonio, Amichai Elyahu -que forma parte de Poder Judío, el partido liderado por Ben Gvir- aseguró en noviembre que lanzar una bomba atómica contra Gaza era una de las opciones en la guerra, que después de diez meses roza los 40.000 muertos palestinos.