Una noticia por demás triste debe ser compartida para que cada padre no sólo esté atento a su hijo, sino a la educación del mismo. Se cita en el portal Bles:
“Niña intenta suicidarse en dos oportunidades y su padre demanda a la escuela de Florida después de los intentos de suicidio de su hija, dice que la consejería de género está oculta para los padres. La niña intentó suicidarse dos veces después de que su escuela alentó a otros a llamarla niño y le dio un nuevo nombre, sin notificar a los padres sobre reuniones para discutir su identidad de género. Durante una aparición en “The Ingraham Angle”, Wendell Pérez expresó que emprendió acciones legales después de que el consejero de la escuela primaria le dijera que su hija de 12 años había intentado suicidarse por problemas con su identidad de género.”
Según ha trascendido, Pérez acusa al consejero del establecimiento educativo quien no habría informado sobre la situación de su niña debido a sus “creencias católicas”. En principio, la justificación del ente educativo es que por la Fe de los padres decidieron adoctrinar en secreto a su hija e incluso alentarla a la transición de género.
El consejero promotor de la “educación sexual” forzó incluso el nombramiento y comportamiento de la niña bajo cánones como si de un varón se tratara, lo cual afectó enormemente su psiquis y la llevó a atentar contra su vida al ver cómo colisionaba la Verdad contra la imposición del sistema al que asiste.
La abogada de Pérez, Vernadette Broyles, por su parte argumentó que el caso se trata de “comprender” y “defender” los derechos de los padres de poder criar a sus hijos de acuerdo con su fe, incluso si esa fe es “desfavorecida” en los ojos de los funcionarios escolares.
El fondo del debate es entender que los niños no son propiedad ni del Estado ni de las ideologías de turno; los niños son personas bajo la guarda, protección y educación moral de los padres.