MEMORIA DEMOCRÁTICA Cuando el Partido Comunista de Francia liquidaba a sus “traidores”

Por Thomas Wieder (*)

Liquider les traîtres : la face cachée du PCF (1941-1943), de Jean-Marc Berlière y Franck Liaigre  (Editions Robert Laffont, Paris, 510 páginas).

Por el solo título uno podría temer lo peor. Querer hoy arrojar luz sobre la «cara oculta» del Partido Comunista Francés durante la Ocupación huele, a primera vista, a  «golpe» editorial. Hace mucho tiempo que los historiadores corrigieron la imagen heroica de un partido que pretendía aparecer, desde la Liberación, como el principal, si no la mayor punta de lanza de la lucha armada contra el régimen colaboracionista de Vichy. De todos es sabido que el PCF, ligado al pacto germano-soviético de 1939, no se sumó a la Resistencia sino hasta junio de 1941, pues esperó el ataque de Alemania a la URSS, en junio de 1941, para hacerlo (lo que no impidió que algunos militantes, obedeciendo más a su conciencia que a la dirección de su partido,  aplicaran otra línea antes de esa fecha).

¿Cuál es ese rostro oculto que Jean-Marc Berlière y Franck Liaigre revelan en este libro? A fines de 1941, L’Humanité, órgano del PCF, publicado clandestinamente en esa época, lanzó una advertencia a los «renegados» y «traidores»: dijo que serían «abatidos como perros». Para llevar a cabo esa tarea, los jefes del PCF convocaron a una treintena de militantes conocidos por su lealtad y su sangre fría. Haciendo referencia a los patriotas de 1792, le dieron a ese grupo el nombre de Valmy.

Los miembros del «destacamento Valmy» se verán involucrados en algunos casos conocidos. Ellos fueron los que, en septiembre de 1941, le dispararon a quemarropa a Marcel Gitton, un ex directivo del PCF que se unió a la política de colaboración. Ellos también fueron los responsables del asesinato de su camarada Georges Déziré, en marzo de 1942, en el sótano de una casa a orillas del Sena. Figura del comunismo normando, Georges Déziré fue acusado de haber dado los nombres de los resistentes a la policía. No era cierto. La dirección del PCF tuvo que reconocer ese error en 1948.

En total, una veintena de personas fueron asesinadas por esos militantes que actuaban bajo el control directo de Jacques Duclos, quien se convirtió en el principal jefe del PCF luego de huida de Maurice Thorez, jefe del comité central del PCF,  hacia la URSS en 1939. Los objetivos de ese grupo eran franceses y alemanes. Generalmente eran asesinados a balazos en lugares discretos. También  perpetraron algunos atentados con bomba en cines o estaciones de tren en las afueras de París. Varias personalidades que gravitan en los círculos colaboracionistas fueron amenazadas. Destacados periodistas, como Pierre-Antoine Cousteau o Jacques Benoist-Méchin, lo fueron. También políticos como el excomunista Jacques Doriot, líder del Partido Popular Francés.

La historia del «destacamento Valmy», al menos en líneas generales, se conocía desde hacía mucho tiempo. Pero Jean-Marc Berlière y Franck Liaigre, que pudieron examinar una masa considerable de archivos (en particular de la Prefectura de Policía de París), ofrecen en su libro el relato más exhaustivo que se haya publicado al respecto hasta la fecha. Ellos rectifican ciertos errores contenidos en los testimonios archivados después de la guerra. También aportan nuevos detalles, tanto sobre el funcionamiento de los órganos de dirección del PCF clandestino como sobre la forma en que la policía francesa llevó a cabo su represión. Esta fue despiadada. En el otoño de 1942, apenas un año después de sus primeros crímenes, el «destacamento Valmy» fue desmantelado. Algunos de sus miembros fueron capturados y torturados hasta la muerte, otros fueron deportados. Jean-Marc Berlière, sin duda el mejor historiador de la policía, describe con gran detalle la caída de la red según los informes de los seguimientos policiales, de los allanamientos y de los interrogatorios.

La cara oculta del PCF, es también una de las páginas más sombrías de la historia de la policía francesa. Y en particular de las formidables «brigadas especiales» a las que la dirección de los RG [Renseignements généraux, un servicio de inteligencia dependiente de la Policía Nacional francesa, creado en 1907 y disuelto en 2008] dotó de amplios medios durante la Ocupación para localizar a los resistentes comunistas.

(*) Este artículo fue originalmente publicado el 8 de septiembre de 2007 en francés por Le Monde, Paris. https://www.lemonde.fr/livres/article/2007/09/07/quand-le-pcf-faisait-la-police-dans-ses-rangs_952476_3260.html  y ha sido traducido por Eduardo Mackenzie para Colombian News