Macron rechazó el Parlamento e invocó un poder constitucional para imponer un proyecto de ley que ha provocado protestas en toda Francia. Se esperan protestas más violentas en las calles.
El presidente francés, Emmanuel Macron, impuso el jueves un proyecto de ley muy impopular que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años al evitar el parlamento e invocar un poder constitucional especial.
Los legisladores gritaban, sus voces temblaban de emoción cuando Macron hizo el movimiento arriesgado, que se espera desencadene movimientos rápidos de desconfianza en su gobierno. Las camionetas de la policía antidisturbios pasaban zumbando frente a la Asamblea Nacional, con las sirenas aullando.
La Policía lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes en la Plaza de la Concordia de París, donde unas 7.000 personas protestaron luego de que la Administración de Emmanuel Macron optara este 16 de marzo por aprobar la reforma pensional.
Los cambios propuestos en las pensiones han provocado importantes huelgas y protestas en todo el país desde enero. Macron, quien lo convirtió en el buque insignia de su segundo mandato, argumentó que la reforma es necesaria para evitar que el sistema de pensiones caiga en un déficit a medida que la población de Francia envejece y la esperanza de vida se alarga.
La decisión de invocar el poder especial se tomó durante una reunión de gabinete en el palacio presidencial del Elíseo, solo unos minutos antes de la votación programada, porque Macron no tenía garantía de una mayoría en la cámara baja del parlamento francés.
El artículo 49.3 de la Constitución francesa permite al gobierno francés aprobar una ley sin necesidad de que se someta a votación en la Asamblea Nacional, siempre y cuando no se presente una moción de censura en un plazo de 48 horas. La activación de este artículo ha sido criticada en el pasado por requerir un método antidemocrático para imponer una ley sin el debido debate y sin una votación formal.
Algunas de las implicaciones negativas de la activación del artículo 49.3 incluyen:
- Falta de debate público: La aprobación de una ley mediante el artículo 49.3 puede evitar que se discuta públicamente el tema y que se escuchen diferentes opiniones antes de tomar una decisión importante.
- Pérdida de transparencia: Al evitar el proceso normal de votación, la activación del artículo 49.3 puede percibirse como una falta de transparencia en el proceso de toma de decisiones.
- Falta de representación: Como la aprobación de la ley no se somete a votación formal, puede haber una falta de representación de las opiniones de los diputados y del pueblo en general.
- Desconfianza en el gobierno: La activación del artículo 49.3 puede generar desconfianza en el gobierno y percibirse como una medida autoritaria para imponer una ley sin el debido debate y sin la aprobación de la Asamblea Nacional.
Si se presenta una moción de censura en un plazo de 48 horas después de que se utilice el artículo 49.3, la Asamblea Nacional tiene que votar sobre la moción de censura en un plazo de 24 horas. Si la moción de censura es aprobada por la mayoría de los miembros de la Asamblea Nacional, entonces el gobierno debe dimitir.
La activación del artículo 49.3 es una herramienta legal que tiene el gobierno francés y que puede ser utilizada en casos excepcionales donde sea necesaria una acción rápida y eficiente para aprobar una ley. Sin embargo, también es importante garantizar que se respeten los principios democráticos y que se permita un debate público y una votación formal siempre que sea posible.
A veces se conoce como la «opción nuclear», porque se considera una medida extrema que solo debe usarse en casos de urgencia o cuando el gobierno no tiene apoyo suficiente en la Asamblea Nacional para aprobar una ley por los medios normales.
La comparación con la «opción nuclear» se debe a que el artículo 49.3 permite al gobierno francés «detonar» una ley sin la necesidad de someterla a una votación formal en la Asamblea Nacional, lo que puede requerir una medida drástica.
Es importante destacar que, aunque la activación del artículo 49.3 es una herramienta legal que tiene el gobierno francés, también ha sido criticada por algunos por considerar que socava la democracia y limita el debate y la deliberación en la Asamblea Nacional.