En declaraciones a la emisora nacional de radio Kossuth el viernes, Orbán afirmó que si bien el bloque había tardado en ponerse al día con la “parte del mundo de mentalidad normal”, ahora hay indicios de que los estados de la UE se están dando cuenta de que el conflicto de Ucrania no es “su guerra” y están empezando a buscar formas de ponerle fin.
Sus comentarios se producen después de que el canciller alemán Olaf Scholz pidió a principios de esta semana un renovado esfuerzo de paz, afirmando que Rusia debe participar en las próximas conversaciones de paz sobre el conflicto.
Según se informa, Scholz también ha estado ocupado redactando su propio plan de paz para Ucrania siguiendo la línea de los fallidos acuerdos de Minsk de 2014: una serie de medidas diseñadas para controlar las hostilidades en el Donbass y reconciliar a las partes en conflicto.
“Cada vez hay más países que quieren sumarse al bando de la paz. Por ejemplo, el canciller alemán acaba de decir cosas por las que los medios alemanes lo habrían criticado hace tres semanas. La situación está cambiando”, afirmó Orbán.
Sostuvo que la «misión de paz» que emprendió en el verano, cuyo objetivo era atraer a los actores clave en el conflicto a la mesa de negociaciones, había hecho que los demás miembros de la UE reconsideraran sus posiciones.
“Hemos puesto en marcha esta idea porque hemos provocado un gran debate en Europa… Sin la misión de paz, no se habría iniciado un debate de este tipo y todo el mundo seguiría hablando de guerra”, subrayó Orbán, que acusó a todo el bloque de estar demasiado tiempo a favor de la guerra y reiteró su llamamiento a las negociaciones.
“Es evidente que esta guerra no tiene solución en el campo de batalla. Es necesario alejarse de ella. Esto es posible si se empieza a hablar seriamente de declarar una tregua y de iniciar negociaciones de paz… Hay que llegar a un acuerdo”.
Orbán señaló que tiene varias «iniciativas inesperadas» en el marco de su «misión de paz» para acelerar el proceso. A diferencia de muchos países de la UE, Hungría lleva mucho tiempo pidiendo una solución diplomática del conflicto, en lugar de suministrar armas a Kiev.
Las últimas negociaciones entre Rusia y Ucrania fueron frustradas por Reino Unido y EEUU en la primavera de 2022, a pesar de que las partes habían aprobado previamente un proyecto de tratado de paz. Según el Presidente ruso, Vladimir Putin, Occidente “ordenó” a Kiev que abandonara el tratado debido a su deseo de “infligir una derrota estratégica a Rusia”.
Moscú ha expresado a menudo su deseo de poner fin al conflicto por medios diplomáticos, pero advirtió que no aceptará la paz en los términos de Ucrania, que incluyen la cesión por parte de Rusia del territorio reclamado por Kiev.