Los JJOO muestran el verdadero deseo de la Élite

La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París resultó ofensiva para la parte sana de la sociedad. Numerosas personas han calificado este acontecimiento de blasfemo e incluso demoníaco, pero hay que considerar que pocos pensaron por un momento en los atletas. Estos atletas de clase mundial han pasado años preparándose para la oportunidad de competir en los Juegos Olímpicos. Los atletas merecen ser honrados por su dedicación y búsqueda de la excelencia. En cambio, estos hombres y mujeres talentosos y disciplinados fueron eclipsados ​​por hombres y mujeres que no son ni lo uno ni lo otro.

Además, El “genio” artístico que creó este evento afirmó que quería ser “inclusivo”. O bien se engaña pensando en los efectos que su obra tendría, o bien miente descaradamente. Sabía perfectamente que ofendería y disgustaría a mucha gente. Tendría que haber sabido que incluso entre la gente que no se ofendía por motivos religiosos, un número considerable se aburriría, apagaría la televisión y dejaría de ver los Juegos Olímpicos. Varias personas y entidades asociadas con los Juegos Olímpicos de París han emitido declaraciones con distintos grados de “explicación” y “disculpa”. Sus disculpas son falsas ya que estas personas no se arrepienten en lo más mínimo de haber ofendido a 2.400 millones de cristianos en todo el mundo. No se arrepienten de acaparar el escenario y restarle mérito a personas con logros auténticos.

Las personas que montan esta exhibición cuentan con la aprobación de la clase dominante mundial y se muestran tal como lo que son. Lo que el mundo presenció en París da una idea de lo que quieren finalmente. Este es su plan toda familia del mundo y creen que tienen derecho a ponerse a sí mismos y a su agenda en el centro de todo lo que están a cargo. Ellos creen que tienen derecho a ofenderlo y luego esperar que usted acepte la idea de que en realidad no lo dijeron en serio, que es simple “libertad de expresión”, cuando en realidad es imposición de una agenda anti-cristiana.