Tras las secuelas de la crisis financiera de 2008, las corporaciones y los *inversionistas institucionales buscaron aumentar sus adquisiciones de bienes raíces residenciales, incluidos los alquileres unifamiliares (SFR).
*Un inversionista institucional es una entidad que reúne dinero para comprar valores, bienes inmuebles y otros activos de inversión u originar préstamos. Los inversores institucionales incluyen bancos comerciales, bancos centrales, uniones de crédito, empresas vinculadas al gobierno, aseguradoras, fondos de pensiones, fondos soberanos, organizaciones benéficas, fondos de cobertura, REIT, asesores de inversión, dotaciones y fondos mutuos.
Sin embargo, están surgiendo preocupaciones de que la historia podría repetirse. Según un informe de MetLife Investment Management en 2022, en un lapso de solo siete años, hasta el 40% de las viviendas unifamiliares en alquiler podrían ser propiedad de entidades de Wall Street y estar bajo su control.
Esta situación podría presentar desafíos no solo para los inquilinos regulares sino también para la economía en general.
El interés de Wall Street en las compras de vecindarios Después de la crisis financiera de 2008, los precios de las viviendas se desplomaron mientras el banco central reducía las tasas de interés para estimular la economía. Esto creó un entorno en el que Wall Street obtuvo acceso a capital asequible y activos en dificultades.
Durante la última década, las tasas de interés se mantuvieron más bajas que el rendimiento del alquiler en muchas propiedades. Esta dinámica hizo rentable el modelo de negocio de los arrendadores corporativos. Empresas respaldadas por capital privado como Blackstone y Pretium Partners adquirieron cientos de miles de viviendas.
Jugadores institucionales como Tricon Residential, Progress Residential, American Homes 4 Rent e Invitation Homes acumularon carteras sustanciales de propiedades de alquiler en todo el país. Actualmente poseen alrededor de 700.000 SFR, lo que representa aproximadamente el 5% del inventario total del mercado, como se describe en el informe de MetLife.
Teniendo en cuenta el reciente aumento de la inflación y la respuesta de la Reserva Federal de aumentar las tasas de interés, los propietarios regulares de viviendas podrían verse obligados a vender sus propiedades debido a las presiones financieras en curso. El análisis de MetLife sugiere que es probable que los inversionistas institucionales intervengan para comprar las casas recién disponibles, así como las que se construirán en los próximos años. Esto podría llevar a que las firmas de inversión respaldadas por Wall Street obtengan el control de una cantidad sustancial de 7.6 millones de SFR, equivalente al 40% del mercado, para el año 2030.