La Unión Europea quiso chantajear a Hungría y Viktor Orban arremetió contra todos

El 29 de septiembre, Budapest declaró que Kiev no recibiría ni un céntimo del presupuesto de la UE hasta que Hungría recibiera los fondos que se le adeudan, de lo contario Orban aplicará el veto.

El ‘Financial Times’ informó sobre la intención de la Comisión Europea de desbloquear unos 13.000 millones de euros (unos 13.600 millones de dólares) destinados a Hungría para garantizar su apoyo a Ucrania.

Hungría no envía armas a Ucrania e impide que por su frontera común transiten armas de otros países.

El martes, Orban dejó en claro la posición de Hungría durante discurso en el Parlamento, donde no cederá a ninguna maniobra de Bruselas que sobrepasa la soberanía política y económica de su país.

Discurso completo traducido:

«Se espera que este otoño los opositores de Hungría presenten sus demandas simultáneamente.

Lo que el Imperio Soros, los burócratas de Bruselas y los demócratas en Estados Unidos quieren de nosotros es lo que no podemos y, no debemos darles.

La administración estadounidense seguirá queriendo que participemos en la guerra para suministrar armas y dar más dinero a Ucrania o que al menos permitamos que Bruselas le dé nuestro dinero a Ucrania.

Bruselas quiere que dejemos entrar a los inmigrantes y que construyamos guetos de inmigrantes para que permitan que la propaganda sexual entre en las escuelas, para que nosotros les cedamos poderes de toma de decisiones económicas y, además, que renunciemos a cuestiones de política exterior autónomas decididas por unanimidad.

Nos amenazan con que, si no hacemos todo esto, nos presionarán continuamente.

Retenernos los fondos de Bruselas y, a través de las arcas del Imperio Soros, pagar a la izquierda húngara y los opositores internos del gobierno húngaro.

A esto podemos decir, en primer lugar, que Hungría no pertenece al club de los «países del Sí» que, cuando reciben una llamada telefónica de Bruselas, simplemente responden: «¡Sí!». En segundo lugar, podemos decir que Hungría no puede permitir que nadie restrinja su independencia y soberanía.

Esto se debe únicamente al sentido común y no sólo a la experiencia histórica, sino también a que la Constitución húngara simplemente no lo permite y, de hecho, lo prohíbe expresamente».