La Unión Europea quiere llevar la industria armamentística europea al «modo de economía de guerra»

Thierry Breton, el comisario europeo de Industria, presentará propuestas para alentar a los países de la UE a comprar juntos más armas a empresas europeas y ayudar a dichas empresas a aumentar su capacidad de producción, según funcionarios de la UE.

«Necesitamos cambiar el paradigma y pasar al modo de economía de guerra. Esto también significa que la industria de defensa europea debe asumir más riesgos, con nuestro apoyo», dijo Breton, anticipando el paquete.

Breton, ex director general de una empresa tecnológica francesa, también ha dicho que la posibilidad de otro mandato presidencial estadounidense para Donald Trump (quien ha cuestionado los compromisos de Washington con la OTAN) significa que Europa tiene que hacer más para protegerse.

«En el contexto geopolítico actual, Europa debe asumir una mayor responsabilidad por su propia seguridad, independientemente del resultado de las elecciones de nuestros aliados cada cuatro años», afirmó Breton.

La guerra de Rusia en Ucrania ha llevado a muchos países europeos a aumentar el gasto en defensa.

Pero los funcionarios de la UE argumentan que los esfuerzos puramente nacionales son menos eficientes y quieren que los organismos de la UE desempeñen un papel más importante en la política industrial de defensa.

Los analistas dicen que la guerra ha dejado claro que la industria europea no estaba preparada para algunos desafíos importantes, como un aumento repentino en la demanda de grandes cantidades de municiones de artillería.

Las propuestas de Breton incluyen la creación de una versión europea del esquema de Ventas Militares Extranjeras de EEUU, abre una nueva pestaña, según el cual EEUU ayuda a otros gobiernos a comprar armas a empresas estadounidenses.

Otra propuesta permitiría a la UE obligar a las empresas armamentistas europeas a priorizar los pedidos europeos en tiempos de crisis.

Para convertirse en realidad, las propuestas necesitarán la aprobación de los 27 gobiernos nacionales de la UE –que a menudo se han mostrado reacios a ceder poder en asuntos militares y de defensa– y del Parlamento Europeo.

Las propuestas también serán estudiadas de cerca por la OTAN, que ha dicho que acoge con agrado los esfuerzos de la UE para ayudar a la defensa europea, pero advirtió que no deben duplicar ni chocar con el trabajo de la alianza transatlántica.