Por Horacio Giusto:
Bien se sabe que todo lo que emerge de la izquierda es intrínsecamente perverso, pero en verdad, la mayor perversión es la constante búsqueda de “expropiar” los hijos. La reciente muestra de ello es la comentarista progresista Melissa Harris-Perry, en un anuncio de MSNBC que publicó días atrás un mensaje que decía: “Tenemos que romper con esa idea de que los niños pertenecen a sus padres, o los niños pertenecen a sus familias”. Parece que la pequeña progresista sigue la línea del demócrata Terence Richard «Terry» McAuliffe (abogado, empresario, político y “filántropo”) que dijo que los padres no tienen por qué juzgar lo que se les enseña a sus hijos en la escuela.
Estas ideas con el tiempo se reflejan en el armado jurídico que van desde el chavismo venezolano hasta las medidas del Partido Liberal de Canadá, donde literalmente los hijos pasan a pertenecer al Estado.
Esto es los izquierdistas creen, que su papel es liberar a los niños de las creencias trogloditas de sus padres. La izquierda entiende que el único freno a sus apetencias es el esquema conservador; bien dijo el gran pensador PaleoLibertario Anxo Bastos: “Los liberales no nos dan una alternativa a nuestra necesidad de autoidentificación. Su propuesta suele ser un vago individualismo en el que una suerte de seres humanos atomizados, sin familias, naciones o religiones fuertes buscarán su mejor interés de forma “racional”. Esto, desde luego, parece más una receta para garantizar el dominio de los Estados sobre seres humanos desprovistos de lazos de cohesión que una propuesta para un orden social libre”.
De allí que la forma de pensamiento conservador valora y realza la necesidad de cuerpos intermedios, ya que los mismos y en particular, la familia, son los que pueden proteger al niño al no dejarlo atomizado frente el poder de turno. Es fundamental que cada uno entienda que la única forma de defender la familia no es reduciendo al individuo bajo una vaguedad ideológica, sino fortaleciendo los lazos familiar y comunitarios para repeler todo avance izquierdista sobre los más indefensos.