La izquierda caviar de Perú tiembla tras la pronta extradición del ex presidente Alejandro Toledo

Toledo pasará primero por unos exámenes para luego ser enviado al penal norteamericano de San Mateo hasta que las autoridades peruanas lleguen a Estados Unidos. Para así enfrentar a la justicia en el Perú y cumplir con una prisión preventiva de 18 meses mientras duré el proceso.

El expresidente es investigado por delitos de corrupción por los casos Odebrecht y Ecoteva, acusado de haber recibido la suma de 35 millones de dólares en coimas por adjudicar la carretera Interoceánica a la empresa brasileña en sus años de gobierno (2001-2006). La fiscalía ha pedido 35 años de prisión para el exmandatario.

Toledo viene hace años evadiendo la justicia, estando en los Estados Unidos. Pero finalmente le llegó la hora. El día 21 de abril, Toledo pidió una entrevista exclusiva al medio EFE, antes de enfrentar la extradición. En dicha entrevista, al igual que su homólogo, Pedro Castillo, dio a entender que la persecución en su contra también se debía por sus “orígenes humildes” y como antes también había mencionado, temas “de raza”, buscando victimizarse. Pero las acusaciones en su contra, no tienen nada que ver con dichos temas, sino con asuntos de corrupción, lavados de activos.

En el 2016, el exdirector de la empresa brasileña Odebrecht en el Perú, aseguró a la fiscalía, a manera de colaborador eficaz, que por solo la adjudicación de los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica se le había pagado 20 millones de dólares a Toledo. En esta misma entrevista, Toledo pide a la justicia peruana que se muestre el contrato firmado entre el Estado y Odebrecht. Asu vez pidió detención domiciliaria durante el proceso del juicio, «Lo único que estoy pidiendo, y lo hago en público, dadas mis condiciones de salud, que me den un arresto domiciliario o una situación similar a la que tiene el expresidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Él no puede viajar», sostuvo Toledo. PPK quien fue ministro de Economía y Finanzas y presidente del Consejo de Ministros durante el gobierno de Toledo. También pidió que “no le maten en la cárcel” debido a las recientes discusiones y menciones que se dieron en el Perú sobre la pena de muerte, para salirse del Pacto de San José y de la CIDH.

Este caso es importante ya que, lo más probable es que el expresidente tome la figura de colaborador eficaz y suelte nombres. Haciendo temblar a varios exministros, congresistas y diferentes figuras políticas que lo apoyaron durante toda su trayectoria política y social desde los años 2000. Y que desde entonces siguen infiltrados, teniendo puestos en las diferentes esferas del gobierno y medios de comunicación en el Perú. Solo por el caso de la carretera, el contrato tuvo que pasar por 11 ministros, además de ser una obra sobrevalorada. Así que pronto se le viene la noche a varias figuras políticas y mediáticas en el Perú.

Cabe resaltar que durante el gobierno de Toledo, fueron donde junto a la Comisión de la Verdad (creada en su gobierno) y ONGs internacionales de derechos humanos se liberó, indultó e indemnizó la mayor cantidad de terroristas declarados. Varios de estos luego pudieron ejercer puestos en los mismos magisterios, instituciones educativas, incluso salud y demás.