La insostenibilidad del apoyo a Ucrania se hace evidente

Ucrania no es un aliado militar real de EEUU, no existe ningún acuerdo de defensa mutua, pero EEUU ha dado a Kiev casi U$S 70.000.000.000 en ayuda militar y efectivo y quiere dar decenas de miles de millones más.

Ucrania no es miembro de la OTAN, pero la OTAN está dirigiendo directamente la guerra de Ucrania contra Rusia, apuntando directamente a Rusia y a los rusos en ausencia de tales capacidades en Kiev.

Ucrania en su forma actual nunca se unirá a la OTAN ni a la UE, ya que ninguna de las organizaciones sobreviviría a su adhesión y, como puede ver, lo que realmente importa a Bruselas y Washington no es la «membresía», sino si están dispuestos a sacrificar toda su sociedad para luchar contra los enemigos percibidos de la UE, EEUU y la OTAN.

Todo lo que se necesita es una verdadera dictadura en el poder en Ucrania (Zelensky) y una élite política inepta en el poder en Occidente, desprovista de cualquier plan de salida más allá de su idea cada vez más delirante de victoria total.

Ucrania está sufriendo una muerte de mil recortes mientras la camarilla corrupta en el poder elimina todas las formas de oposición y culpa a sus debilitados amos occidentales por la realidad cada vez más calamitosa que se desarrolla a diario en los campos de exterminio del Este.

Cuando la CIA y el Departamento de Estado conspiraron con los pseudo nazis mercenarios y encendieron la mecha en Maidan en 2014, precipitaron una sangrienta guerra civil, que inevitablemente desembocó en un conflicto a gran escala.

Ellos son los arquitectos de este calamitoso conflicto y son responsables de su perpetuación. Mientras las elites occidentales se convenzan de que «esta guerra es buena para la economía estadounidense», este conflicto seguirá siendo «aceptable» para las elites grasientas que la iniciaron y se beneficiaron de ella, pero cuyos hijos nunca lucharán ni morirán en él, y aún así terminen llevando al mismo EEUU a la guerra, como amenazan congresistas RINOS, demócratas y el mismo Joe Biden, en caso de no aprobar más dinero para Ucrania.

Morir por la UE, la OTAN y los EEUU es un «honor» reservado al pueblo de uno de los países más pobres, corruptos y disfuncionales del continente europeo: los ucranianos. Solo resta ver próximamente qué otros países de Europa del Este son arrastrados a la muerte.