La guerra entre Elon Musk y Apple ha comenzado

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El propietario de Twitter, Elon Musk, abrió fuego el lunes contra Apple por su control de lo que está permitido en la App Store, diciendo que el fabricante del iPhone ha amenazado con expulsar su plataforma de redes sociales recientemente adquirida.

Musk también se unió al coro de quejas por una tarifa del 30% que Apple cobra por las transacciones a través de su App Store, la única puerta de entrada para que las aplicaciones accedan a sus más de mil millones de dispositivos móviles.

Una serie de tuits disparados por Musk incluían un meme de un automóvil con su nombre de pila virando hacia una rampa de salida de la autopista con la etiqueta «Go to War», en lugar de continuar hacia «Pay 30%».

El CEO multimillonario también tuiteó que Apple ha «amenazado con retirar a Twitter de su App Store, pero no nos dirá por qué».

Tanto Apple como Google requieren servicios de redes sociales en sus tiendas de aplicaciones para tener sistemas efectivos para moderar contenido dañino o abusivo.

Pero desde que se hizo cargo de Twitter el mes pasado, Musk ha recortado alrededor de la mitad de la fuerza laboral de Twitter, incluidos muchos empleados encargados de combatir la desinformación, mientras que un número desconocido de otros han renunciado voluntariamente.

También restableció cuentas previamente prohibidas, incluida la del expresidente Donald Trump.

Yoel Roth, el exjefe de confianza y seguridad de Twitter que se fue después de que Musk asumiera el cargo, escribió en un artículo de opinión del New York Times que «no cumplir con las pautas de Apple y Google sería catastrófico» y correría el riesgo de «expulsión de su aplicación».

Describiéndose como un «absolutista de la libertad de expresión», Musk cree que todo el contenido permitido por la ley debería estar permitido en Twitter, y el lunes describió sus acciones como una «revolución contra la censura en línea en EEUU».

También tuiteó que planeaba publicar «Archivos de Twitter sobre la supresión de la libertad de expresión», pero sin aclarar qué datos tenía en mente para compartir con el público.

Aunque Musk dice que Twitter está experimentando una interacción récord con él al mando, su enfoque ha sorprendido a la principal fuente de ingresos de la empresa: los anunciantes.

En las últimas semanas, la mitad de los 100 principales anunciantes de Twitter han anunciado que suspenderán o «aparentemente han dejado de anunciarse en Twitter», según un análisis realizado por el grupo de vigilancia sin fines de lucro Media Matters.

Musk acusó el lunes a Apple de haber «dejado en su mayoría de anunciarse en Twitter».

«¿Odian la libertad de expresión en EEUU?», preguntó, antes de responder con un tuit que etiquetaba al CEO de Apple, Tim Cook.

En los primeros tres meses de 2022, Apple fue el principal anunciante en Twitter, gastando unos U$S 48 millones en anuncios que representaron más del 4% de los ingresos de la plataforma de redes sociales, según un informe del Washington Post que cita un documento interno de Twitter.

Sarah Roberts, experta en estudios de la información de la Universidad de California en Los Ángeles, dijo a la AFP que «Musk no entendió que Twitter en sí mismo era una marca, tenía prestigio».

“Ahora las empresas ni siquiera quieren asociarse con ella. Ni siquiera es que se preocupen por el contenido. Twitter es una marca contaminada, una marca non grata con la que las empresas no quieren asociarse”, agregó.

El lunes, Musk también calificó la tarifa de Apple sobre las transacciones a través de su App Store como un «impuesto secreto del 30%».

Compartió un video publicado el año pasado por el fabricante de Fortnite, Epic Games, que mostraba a Apple como un opresor en un giro burlón en un famoso anuncio de «1984» para computadoras Macintosh.

Apple se ha enfrentado en los tribunales con Epic, que ha tratado de romper el control de Apple sobre la App Store, acusando al fabricante del iPhone de operar un monopolio en su tienda de bienes o servicios digitales.

El año pasado, un juez federal ordenó a Apple que aflojara el control de las opciones de pago de su App Store, pero dijo que Epic no había podido probar que se hubieran producido violaciones antimonopolio.