La Guardia Costera detecta barcos de la Armada rusa y china frente a Alaska

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Durante una patrulla de rutina en el mar de Bering, la Guardia Costera de EEUU se encontró con varios barcos rusos y chinos que, según los informes, operaban juntos en una sola formación.

El cúter de la Guardia Costera de EEUU, Kimball, vio inicialmente un crucero de misiles guiados chino a unas 86 millas de la costa de la isla de Alaska, Kiska, según Arctic Today.

Más tarde, la tripulación del Kimball vio seis buques de guerra más: dos de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China y cuatro de la Armada rusa. Uno de los barcos rusos era un destructor.

Los barcos navegaban al unísono con el crucero de misiles dentro de la zona económica exclusiva de EEUU, según el medio.

Una analista sénior del Ártico en el Instituto Polar del Centro Wilson, Marisol Maddox, le dijo a Arctic Today que Rusia está permitiendo que China ingrese a su espacio acuático ya que la mayoría de las fuerzas rusas están «atadas» en Ucrania. Además, Maddox calificó la operación conjunta como un «movimiento de proyección de poder», lo que demuestra que China está dispuesta a colaborar con las fuerzas rusas a nivel público.

El Kimball es un barco de 418 pies, según el Navy Times.

El comandante del distrito de Alaska, el contralmirante Nathan Moore, aclaró que la operación conjunta estaba “de acuerdo con las reglas y normas internacionales”, según el medio.

Moore agregó que la Guardia Costera «se reunirá con presencia para garantizar que no haya interrupciones en los intereses estadounidenses en el entorno marítimo alrededor de Alaska».

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha hecho sonar la alarma sobre el interés estatal de Rusia y China en el Ártico anteriormente, según The Associated Press.

Según los informes, China se considera una nación «cerca del Ártico» y está preparada para construir el buque rompehielos más grande del mundo, según The AP.

Además, Rusia presentó un nuevo Comando Ártico además de abrir nuevos sitios militares en el Ártico y reabrir los antiguos de la era soviética, agregó el informe.

“Beijing y Moscú también se comprometieron a intensificar la cooperación práctica en el Ártico. Esto forma parte de una asociación estratégica cada vez más profunda que desafía nuestros valores e intereses”, dijo Stoltenberg.