Lo acusa de violar los incisos c y k del artículo 7 del Estatuto de Roma, que condena delitos de esclavitud y actos inhumanos.
“A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por ‘crimen de lesa humanidad’ cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque”, establece el Estatuto. El inciso c penaliza el delito de esclavitud: “Se entenderá el ejercicio de los atributos del derecho de propiedad sobre una persona, o de algunos de ellos, incluido el ejercicio de esos atributos en el tráfico de personas, en particular mujeres y niños”. Y el inciso k condena “otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física”.
La medida surge luego de que el Gobierno Nacional, en la habitual conferencia de prensa que brinda el vocero presidencial Manuel Adorni, confirmara que Argentina ya no participaría en la organización, poniéndose en la misma línea que el presidente estadounidense Donald Trump, quien días atrás comunicó la retirada de su país de dicha entidad.
También está previsto que se ponga en marcha en los próximos días una serie de decisiones respecto de la gestión de la pandemia en Argentina, que involucrará desde auditorías a denuncias ante tribunales locales. El gobierno de Eslovaquia ha sido hasta ahora el único país que inició en 2024 una investigación exhaustiva sobre la gestión de la pandemia y adicionando una investigación criminal respecto de las consecuencias negativas de las vacunas.
Milei y las vacunas
En 2021 Milei dijo sobre las vacunas que evaluaba “renta-riesgo” y que no todas las vacunas estaban “bien probadas”, recibiendo así dos dosis de la vacuna china Sinopharm y que tras ser electo diputado dijo “No soy antivacunas, soy re provacunas. Lo más fácil para la progresía es decir que era antivacunas. Aquellos que me tildaron como antivacunas quedan expuestos como mentirosos y quieren cargar el tema [de la vacunación] como una contradicción mía. En esa costumbre de poner todo en formato binario, lo más fácil para la progresía es decir que era antivacunas”.
Aún así, declaró en aquel momento que la inoculación no debe ser obligatoria y de que lo más importante es que hacerlo responda a una decisión individual que emerja de evaluar costo-beneficio, sostiene que en su momento prefirió no aplicarse los fármacos porque no integraba los grupos de riesgo y porque fue siempre “un tipo que se cuidó mucho”. Lo contrasta con aquello que les sugirió a sus padres y que también contó en el debate. “Ellos integran los grupos de riesgo, no les diría ‘pasá de largo’. Les recomendé que se se vacunen porque si se equivocaban, se morían. Yo, si me contagiaba, iba a estar diez días sintiéndome mal”, cree.
Milei y la cuarentena
En marzo de 2020, durante una entrevista en Crónica TV, Javier Milei afirmó que el gobierno debía «mostrarles a aquellos irresponsables que enferman al resto o ponen en riesgo al resto que les va a caer con toda la fuerza del Código Penal». Estas declaraciones se referían a quienes incumplían las medidas de aislamiento implementadas durante la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, en esa misma entrevista, Milei también expresó su preocupación por los efectos económicos de una cuarentena prolongada, señalando que «si vos vas a sacar a todas las personas de la economía, la producción se va a hacer cero. Vamos a ser todos ‘muertos sanos’, nos vamos a morir de hambre porque nadie produce».
Milei y la ‘cuarentena cavernícola’
La denuncia de Milei a Ghebreyesus también está emparentada con las declaraciones que realizó sobre la OMS al calificar a sus miembros como «ideólogos de la cuarentena más cavernícola».
«Hay profundas diferencias respecto a la gestión sanitaria que hubo durante la pandemia. Junto al gobierno de Alberto Fernández nos llevaron al encierro más largo de la historia de la humanidad y a la falta de independencia frente a la influencia política de algunos estados. Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, mucho menos en nuestra salud», manifestó el vocero presidencial Adorni.
Ghebreyesus es investigador especializado en sanidad pública y, desde 2017, es el director general de la OMS. Posteriormente fue ministro de Salud y de Relaciones Exteriores de Etiopía, de donde es originario. Además, fue investigador sobre enfermedades como la malaria (paludismo), tiene un doctorado en salud comunitaria y fue miembro titular de The Global Fund, una organización que tiene como objeto recaudar fondos destinados a la lucha contra el sida, la malaria y la tuberculosis.