Los médicos y enfermeros italianos suspendidos de su trabajo porque no están vacunados contra el COVID-19 pronto serán reincorporados, dijo el viernes el nuevo ministro de Salud, Orazio Schillaci.
La medida está motivada por una preocupante escasez de personal médico junto con la disminución de casos de COVID-19. El nuevo gobierno también cancelará las multas impuestas a todas las personas mayores de 50 años que no hayan sido vacunadas, agregó.
“Se está ultimando una medida que permitirá la reincorporación al servicio del personal de salud sujeto a procedimientos de suspensión por incumplimiento de la vacunación obligatoria antes de la fecha de vencimiento de la suspensión”, dijo en un comunicado publicado en la página web del ministerio.
El gobierno del ex primer ministro Mario Draghi había hecho obligatoria la vacunación para maestros y trabajadores de la salud en 2021 y la extendió a todos los mayores de 50 años en enero de este año.
Una negativa dio lugar a la suspensión del trabajo sin goce de sueldo de los empleados públicos, mientras que los mayores de 50 años se enfrentaron a multas de 100 euros (99,5 dólares).
El comunicado agrega que el ministro considera apropiado un regreso gradual a la normalidad y suspendería la publicación diaria de datos sobre la propagación de la epidemia, hospitalizaciones y muertes.