Planned Parenthood Federation of America permite reflexionar hoy día sobre el vínculo entre la cultura tanática y los medios hegemónicos de comunicación. En una noticia reciente que sacude al espacio ProVida de EEUU, la ex reportera de CBS, Kate Smith, ahora va a trabajar para IPPF.
Durante su tiempo en CBS, Smith describió su trabajo como una cobertura periodística a lo que refiere el “derecho al aborto procurado”, una muestra obvia de su postura a favor del aborto mientras se hacía pasar por una reportera objetiva y profesional. El trabajo mediático de Smith sobre el «acceso al aborto» se centró principalmente en la publicación de artículos para Planned Parenthood, incluidas entrevistas con sus ejecutivos, publicidad de sus campañas de relaciones públicas, recorridos glamorosos de sus nuevas instalaciones de última generación y, por supuesto, la batalla legal contra toda legislación pro-vida.
Ahora Smith escribió en su cuenta verificada de Twitter que liderará un equipo para “desarrollar contenido de noticias informado por expertos para combatir el estigma del aborto y la desinformación sobre la salud”; básicamente, una profesional de los medios corporativos ha demostrado que posee lo necesario para vender propaganda progresista al mundo.
Se puede inferir de manera lógica que la desconfianza de los ciudadanos en los medios corporativos hace que la cobertura de la prensa sea tan inútil gracias a periodistas como Smith, que es más eficiente para Planned Parenthood crear su propia información errónea sobre el aborto en lugar de dársela a los periodistas que están a favor. En lugar de hacer todo el trabajo preliminar detrás de escena para que Smith venda sus puntos de vistas en «CBS This Morning», es más rentable pagarle a Smith para que venda la propaganda directamente a los consumidores. Tal como se observa por enésima vez, las empresas en la posmodernidad ya no venden bienes y servicios, venden ideas y para ello requieren de profesional que sepan cómo vender un crimen fatal como una “buena idea”.