El fútbol mundial vuelve a estar de luto porque RIULER DE OLIVEIRA falleció producto de un infarto a los 23 años y múltiples equipos de Brasil lamentaron la pérdida con diferentes mensajes hacía la familia del futbolista, quien se desempeñaba en el Shonan Bellmare de Japón.
“En estos momentos estamos esperando a los resultados de la autopsia. Lamentamos profundamente su fallecimiento repentino”, publicó en un comunicado el club Bellmare donde jugaba el centrocampista brasileño, quien jugaba en Japón hace algunas temporadas y había vestido la camiseta de clubes como el JFC Miyazaki o el FC Osaka, de la cuarta división.
El jugador nacido en la ciudad de Bastos, en el Estado de San Pablo, el 25 de enero de 1998 había iniciado su carrera en las divisiones inferiores del Sao Paulo y Coritiba, luego tuvo un paso por Athletico Paranaense e Internacional de Porto Alegre. Además, jugó siete encuentros en la Selección Sub-17 de Brasil, pero su destino estaría muy lejos de la Canarinha.
A mitad del 2019, saltó al Miyasaki del ascenso de Japón y, un semestre después, dio el salto a su último club. Sin embargo, el hombre de 1.77 de estatura, cuya pierna predilecta era la diestra, fue cedido de inmediato al Osaka para luego regresar en octubre del 2020. En la última temporada, el volante central registró una asistencia en 11 partidos disputados con el club de la J-League.
No existe en la historia del fútbol o el deporte ningún precedente respecto de semejante cantidad de muertes por infarto en tiempo récord.