El ecologismo te quiere sin hijos

No pocas personas consideran que se destruyendo el planeta al tener hijos y, por lo tanto, promover la natalidad es acto absolutamente irresponsable. Meses pasados Business Insider realizó una encuesta sobre tal tema y de ella se extrajo que el 38% de los norteamericanos de entre 18 y 29 años creían que el cambio climático debería ser un factor a tener en cuenta antes de tener hijos.
Alexandria Ocasio-Cortez, precursora del Green New Deal, es una de las pocas que ha abordado este asunto formalmente; en sus ponencias públicas afirmó que es una “pregunta legítima” que puede hacerse la gente respecto a si es legítimo considerar que hay vidas que no deben venir al mundo. No en vano han surgido movimiento como Extinction Rebellion, que trata de influir en las políticas medioambientales del gobierno británico mediante acciones de resistencia, pero que además ayudó a fundar BirthStrike que cuenta actualmente con 140 personas toma la decisión de no tener hijos “debido a la gravedad de la crisis ecológica”.
Esto demuestra que lo personal es político y ambiental. Como se considera que una persona puede reducir su huella en las emisiones de carbono es no tener hijos, esta sola medida sería más relevante e importante antes que pasar una vida sin determinadas formas de consumo, tal como sería, no adquirir nada proveniente de Coca Cola que es la empresa más contaminante y una de las principales financistas del ecologismo.
Es curioso que estos movimientos surgen en EEUU, donde la huella climática de un estadounidense es 40 veces superior a la de un bangladés, y la del 10% más rico del planeta muy superior a la de alguien de clase baja.
Hoy no hay mayor acto de resistencia al sistema que una familia trabajadora yendo a misa, comiendo un asado y teniendo hijos; siempre los frutos dicen más que las palabras y son los frutos los que realmente combaten un sistema tan perverso.