El Bundestag aprueba una ley para eliminar gradualmente la calefacción a gas y petróleo

La legislación fue criticada por los conservadores por considerarla demasiado costosa y los ambientalistas por no ser lo suficientemente fuerte.

El proyecto de ley, parte del impulso de Alemania para convertirse en climáticamente neutral para 2045, había generado una disputa dentro de la coalición gobernante entre el partido de los Verdes y el partido proempresarial FDP que en un momento casi desintegró al gobierno.

El proyecto de ley tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector de la construcción de Alemania, que afirman fue responsable de 112 millones de toneladas de gases de efecto invernadero el año pasado, o el 15% de las emisiones totales del país.

El Ministro de Economía, Robert Habeck, dijo que las nuevas medidas reducirían alrededor de 40 millones de toneladas de emisiones de carbono para 2030. Pero su ministerio reconoció que diluir el borrador original del proyecto de ley de abril, que habría impuesto el cambio de calefacción verde mucho antes, significaría que Alemania lograría alcanzar su objetivo de emisiones en el sector para 2030.

Bajo la presión del FDP, la coalición gobernante acordó en junio diluir el proyecto de ley para dar más tiempo a los ciudadanos y propietarios para cambiar sus calderas.

El ministro de Finanzas, Christian Lindner, afirmó que la nueva versión era práctica y abierta a la tecnología.

«La hemos cambiado fundamentalmente… Ya no es una ley a la que la gente debería temer porque el Estado se mete en su sala de calderas», dijo Lindner en una publicación en la plataforma de redes sociales X el viernes.

Pero los legisladores conservadores de la oposición dijeron que la nueva ley seguiría siendo una carga para los bolsillos de la gente y se quejaron de demasiados requisitos burocráticos para obtener subsidios gubernamentales.

Los grupos ambientalistas criticaron el proyecto de ley porque permitirá que no se cumplan los objetivos climáticos consagrados constitucionalmente, y agregaron que varias opciones que ofrece la legislación como alternativas a las bombas de calor de energía renovable, como el hidrógeno y la biomasa, eran demasiado costosas y riesgosas para los consumidores.

Unos 399 parlamentarios votaron a favor del proyecto de ley, 275 se opusieron y 5 se abstuvieron.

Según el proyecto de ley, los sistemas de calefacción instalados en nuevos desarrollos y en edificios antiguos ubicados en áreas con un plan de calefacción municipal tendrán que funcionar con un 65% de energía renovable.

A partir del próximo año se podrán seguir instalando calentadores de gas si se pueden convertir a hidrógeno, incluso en edificios nuevos si no forman parte de nuevos desarrollos.

El requisito de cambiar las calderas de energía renovable no entrará en vigor hasta que los municipios presenten su plan de calefacción vinculante, lo que no se espera antes de 2026 en los distritos más pequeños y 2028 en los más grandes.