Mohamed Abuel-Qomasan dijo que su esposa, Joumana Arafa, farmacéutica, había dado a luz por cesárea cuatro días antes y anunció la llegada de los gemelos en Facebook, informó Associated Press.
El martes había acudido a registrar los nacimientos en una oficina del gobierno local. Mientras estaba allí, los vecinos llamaron para decirle que la casa donde se refugiaba, cerca de la ciudad de Deir al-Balah, en el centro del país, había sido bombardeada.
“No sé qué pasó”, dijo a la AP mientras estaba sentado en el hospital adonde fueron llevados los cuerpos, sosteniendo los certificados de nacimiento de los gemelos. “Me dijeron que fue un proyectil el que impactó en la casa”.
El ataque que mató a los recién nacidos –un niño, Asser, y una niña, Ayssel– también mató a su madre, Arafa, así como a la madre de ésta, la abuela de los gemelos. Abuel-Qomasan y su esposa habían obedecido las órdenes de evacuar la ciudad de Gaza en las primeras semanas de la guerra y buscaron refugio en el centro de Gaza, tal como les había ordenado el ejército.
Por otra parte, un bebé de 3 meses fue el único miembro de su familia inmediata que sobrevivió a un ataque aéreo israelí cerca de la ciudad sureña de Khan Younis en el que murieron 10 personas, incluidos sus cinco hermanos, de entre 5 y 12 años.
El ataque, que tuvo lugar el lunes por la noche, también acabó con la vida de los padres de Reem Abu Hayyah y de los padres de otros tres niños. Reem y los otros tres niños supervivientes resultaron heridos en el ataque.
“No queda nadie más que este bebé”, dijo la tía de Reem, Soad Abu Hayyah. “Desde esta mañana, hemos estado tratando de alimentarla con fórmula, pero no la acepta, porque está acostumbrada a la leche de su madre”.
El Ministerio de Salud de Gaza informó de que 115 recién nacidos habían muerto en el territorio desde que comenzó la guerra. Casi 40.000 personas han muerto en ataques israelíes contra Gaza desde el 7 de octubre; se cree que miles más están enterradas bajo los escombros. Unas 1.200 personas murieron cuando Hamás atacó a Israel el 7 de octubre y 250 fueron tomadas como rehenes.
El ejército israelí afirma que intenta evitar dañar a los civiles palestinos y culpa a Hamás de sus muertes porque los militantes operan en zonas residenciales densas.
Según la ONU, desde el 4 de julio las fuerzas israelíes han atacado al menos 21 escuelas –incluidas cuatro en cuatro días– en las que se refugiaban los palestinos, matando a cientos de personas, muchas de ellas niños. Israel afirmó que las escuelas estaban siendo utilizadas por agentes de Hamás, sin aportar pruebas.
La ofensiva israelí ha dejado a miles de huérfanos, tantos que los médicos locales emplean un acrónimo para registrarlos: WCNSF, o “niño herido, sin familia superviviente”. La ONU estimó en febrero que unos 17.000 niños en Gaza estaban solos y es probable que la cifra haya aumentado desde entonces.
La familia Abu Hayyah se refugiaba en una zona que Israel había ordenado evacuar en los últimos días. Se trataba de una de las muchas órdenes de ese tipo que han llevado a cientos de miles de personas a buscar refugio en una zona humanitaria declarada por Israel, compuesta por campamentos de tiendas de campaña precarios y abarrotados a lo largo de la costa.
Muchas familias han ignorado las órdenes de evacuación porque dicen que ningún lugar se siente seguro, o porque no pueden hacer el arduo viaje a pie, o porque temen que nunca podrán regresar a sus hogares, incluso después de la guerra.
Fuente: AP, The Guardian