Según el sitio oficial de “Naciones Unidas México”, actualmente la ONU está llevando a cabo 238 proyectos considerados como “piezas claves” para el logro de su agenda. Si hacemos una breve revisión: en el 2020 la ONU impulsó 197 proyectos y 204 el año pasado. Incluso ya se encuentras planificados 98 proyectos para el 2023, 76 para 2024 y 51 para el 2025.
En lo que respecta a este año, el presupuesto disponible es de U$S 85.900.000 y se encuentra
asignado de la siguiente manera para cada uno de los 17 Objetivos:
1. Fin de la pobreza: U$S 4.900.000
2. Hambre cero: U$S 5.200.000
3. Salud y bienestar: U$S 7.600.000
4. Educación de calidad: U$S 8.900.000
5. Igualdad de género: U$S 3.500.000
6. Agua limpia y saneamiento: U$S 199.000
7. Energía asequible y no contaminante: U$S 0
8. Trabajo decente y crecimiento económico: U$S 4.400.000
9. Industria, innovación e infraestructura: U$S 46.700
10. Reducción de las desigualdades: U$S 2.800.000
11. Ciudades y comunidades sostenibles: U$S 9.600.000
12. Producción y consumo responsables: U$S 996.100
13. Acción por el clima: U$S 8.600.000
14. Vida submarina: U$S 268.600
15. Vida de ecosistemas terrestres: U$S 3.600.000
16. Paz, justicia e instituciones sólidas: U$S 6.900.000
17. Alianzas para el logro de los objetivos: U$S 10.800.000
En materia de género (5° Objetivo) actualmente se están desarrollando 39 proyectos. Principalmente, el dinero es destinado al financiamiento de campañas de legalización del aborto, hormonización de trans, ideología de género en la educación y en la institucionalización de la perspectiva de género tanto en el sector público como en el privado. Ejemplo de ello es la creación del “Centro de Excelencia de Estadísticas de Género”.
Que, según la página oficial, está destinado para: “fortalecer las estadísticas de género a través de proyectos enfocados a desarrollar soluciones metodológicas para producir estadísticas con perspectiva de género; gestionar el conocimiento y el intercambio de información y experiencias sobre la generación, el análisis y el uso de estadísticas de género; y estimular la innovación técnica e investigación”.
A esto se suma la creación de “La política nacional de igualdad de género” y el cumplimiento de compromisos internacionales en materia de derechos humanos de las mujeres y niñas en México para: “ impulsar acciones de acompañamiento, generación de conocimiento y fortalecimiento de capacidades para institucionalizar y transversalizar la perspectiva de género, interculturalidad, interseccionalidad y territorialidad en planes, programas, políticas del gobierno y para el cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de igualdad y derechos humanos de las mujeres”. En lo que respecta al área de la salud, se incorporan la perspectiva de interculturalidad y perspectiva de género para los Programas del Plan Nacional de Salud.
Recordemos que, en el 2020, el Estado mexicano, con la evidente subordinación a la ONU, impulsó 40 proyectos de género. En 2021 fueron 43 y ya para el 2023 ya se encuentran definidos 26; para el 2024 ya son 13 y 6 para el 2025. Además, recordemos que hace 2 años atrás, en una conferencia de prensa, AMLO fue consultado sobre la implementación de la Agenda 2030 y el mandatario respondió: “Estamos cumpliendo con esta agenda ya que hay muchas coincidencias con nuestro plan”.
Es momento de tomar conciencia e identificar quiénes son los responsables de gestionar la sociedad de control, el ataque a la familia y el desprecio por la vida. No nos dejemos engañar, el rótulo del desarrollo y el empoderamiento ofrecido por los ODS no es más que un caballo de Troya para la instauración de una sociedad sumisa, manejable y principalmente dominada por un Estado que, supuestamente, te “empoderó”. Es preciso rechazar y oponerse a todo aquello que fomente el Globalismo. México, Latinoamérica y el mundo entero aún están a tiempo…