Camino al totalitarismo digital

Para sorpresa de nadie, el líder del Partido Liberal en Canadá quien ostenta el cargo de primer ministro, Justin Trudeau, invocó la suma del poder público (la Ley de Emergencias, redactada en 1988, nunca antes se había utilizado en dicha nación) para hacer frente al “Freedom Convoy”, que ha estado bloqueando las principales ciudades y carreteras en protesta contra el mandato de vacunación transfronterizo impuesto por el gobierno canadiense. Dicha invocación otorga a la administración de Trudeau una autorización legal especial durante 30 días para restringir el movimiento, congelar cuentas financieras (incluidas cuentas bancarias personales y transacciones de criptomonedas) y dirigir a los ciudadanos a ciertas acciones, como el remolque forzado de los camiones.
Dijo el primer ministro: “Ahora está claro que existen serios desafíos para la capacidad de las fuerzas del orden para hacer cumplir la ley de manera efectiva… Se trata de mantener seguros a los canadienses, proteger los trabajos de las personas y restaurar la confianza en nuestras instituciones”.
Parece ser que para el progresismo es intolerable un espacio inseguro, y en nombre de la seguridad se debe aniquilar a todo opositor. Se está utilizando métodos totalitarios para garantizar que las generaciones venideras no tengan la capacidad imaginativa para contraatacar. Al más puro estilo comunista chino, se realiza una recopilación de datos digitales para crear un aparato estatal que no solo monitorea a todos los ciudadanos constantemente, sino que también puede obligarlos a comportarse de la manera que exige el estado sin siquiera desplegar la policía secreta o la amenaza. de gulags (aunque esos existen para los recalcitrantes), y sin sufrir la pobreza generalizada que era el producto inevitable del comunismo al viejo estilo. Así ha sido cómo la principal herramienta del gobierno canadiense no han sido las armas de fuego bajo monopolio legal, sino el uso de la Big Tech que permiten excluir a una persona por fuera del sistema. Hoy el totalitarismo de Trudeau se da gracias a la Ontología Digital y esto es una advertencia para los que desean seguir siendo libres.