Lukashenko afirmó que Kiev ha apostado más de 120.000 soldados a lo largo de su frontera con Bielorrusia y que las autoridades militares lo están considerando un acto de «agresión». Pero resulta curioso de dónde obtuvo Ucrania el personal para esto, si es cierto.
Lukashenko dijo, según la agencia de noticias estatal BelTA: «Viendo su política agresiva, hemos introducido y colocado allí en ciertos puntos -en caso de guerra, serían de defensa- a nuestro ejército a lo largo de toda la frontera«.
Así, dejó claro que las fuerzas bielorrusas podrían contraatacar en Ucrania si Minsk detecta alguna incursión ucraniana en su territorio soberano.
Estas tensiones fronterizas extremas no son nada nuevo, dado que Bielorrusia ha sido durante mucho tiempo un centro logístico y una plataforma para las operaciones de Rusia en Ucrania; sin embargo, toda la impactante operación transfronteriza de Kursk ciertamente ha aumentado la apuesta.
Si bien estas constituyen amenazas serias por parte de Lukashenko, aún no está claro cuántas tropas del ejército regular se han enviado para reforzar los aproximadamente 12.000 guardias fronterizos de los servicios de seguridad del Estado que ya suelen estar desplegados.
Mientras tanto, Rusia ha lanzado otro ataque con misiles balísticos contra Kiev en represalia por la invasión de Kursk. Este ataque se produjo a primera hora de la mañana del domingo, y la Administración Militar de la Ciudad de Kiev declaró en Telegram: «Este es el tercer ataque con misiles balísticos contra la capital en agosto, con un intervalo claro de seis días entre cada ataque». También se enviaron drones, y el ejército ucraniano afirmó haberlos interceptado todos.