
Entre varias cosas más, Rusia también exige la devolución de seis propiedades en EE. UU. incautadas tras el “Rusia-Gate” Y el reconocimiento de los Oblasts recién adquiridos.
**San Petersburgo** – El 11 de abril de 2025, Steve Witkoff, un importante enviado del ex presidente de los Estados Unidos Donald Trump, sostuvo una reunión de alto nivel con el presidente ruso Vladimir Putin en San Petersburgo, que duró más de cinco horas. Las conversaciones se centraron en preocupaciones geopolíticas urgentes, incluida la guerra en Ucrania y las relaciones más amplias entre Estados Unidos y Rusia, con el objetivo de explorar una posible resolución.
Esta reunión, parte de los esfuerzos diplomáticos en curso, se produce mientras Trump ha insistido en varias ocasiones por una resolución más rápida del conflicto, expresando frustración por su prolongación. Destacó que bajo su liderazgo, la guerra se habría evitado y que era momento de que tanto Rusia como Estados Unidos trabajaran para poner fin a la crisis.
Además de las discusiones sobre Ucrania, las fuentes confirman que los rusos también están buscando activamente la devolución de seis propiedades en territorio estadounidense que fueron incautadas por la administración Obama tras el nacimiento del ahora desacreditado “Rusia-Gate”. Estas propiedades, que eran utilizadas por diplomáticos rusos, formaban parte de un conjunto más amplio de sanciones impuestas a Rusia en respuesta a la supuesta interferencia rusa en la política estadounidense. La devolución de estas propiedades se reporta como un punto clave de negociación en el actual diálogo entre Estados Unidos y Rusia.
Según Alexander Mercouris de *The Duran* y otras fuentes, diplomáticos rusos también se reunieron previamente con Trump, en una reunión en la que Witkoff supuestamente afirmó que la vía más rápida hacia la paz implicaría que Estados Unidos aceptara las demandas de Rusia, incluyendo el reconocimiento formal de la anexión de los oblasts ucranianos. Esta propuesta fue presentada como parte de un debate más amplio sobre la paz, pero fue recibida con una fuerte resistencia por figuras como el general Keith Kellogg, quien se encontraba presente. Se dice que Kellogg respondió con firmeza, diciendo: «No hay manera de que los ucranianos acepten eso».
La reunión de Witkoff con Putin sigue este patrón de idas y venidas, lo que resalta la complejidad de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. El Kremlin ha enfatizado que reconstruir la confianza y avanzar hacia una paz duradera tomará tiempo y paciencia tras lo que ya consideran “traiciones”. Fuentes cercanas al asunto confirman que las conversaciones se centraron en encontrar soluciones a la crisis en curso, restaurar un equilibrio diplomático y abordar las quejas más amplias de Rusia, incluida la devolución de las propiedades incautadas.
A pesar de la naturaleza privada de las discusiones, no cabe duda de que estos encuentros son fundamentales para dar forma a las relaciones internacionales y al futuro de la diplomacia entre Estados Unidos y Rusia.