Es posible que los alemanes finalmente estén pensando en sí mismos y en su propia supervivencia. Esto se debe a que el gabinete de Alemania dijo el miércoles que se jodan los «guerreros del clima» y planea volver a encender varias centrales eléctricas de carbón desde octubre hasta finales del primer trimestre de 2024.
Reuters explicó que la medida del gobierno es «reemplazar el escaso gas natural este invierno y evitar la escasez» a pesar de que los suministros de NatGas en el continente están por encima de los niveles normales para esta época del año.
«Berlín reactivó las centrales eléctricas de carbón y amplió su vida útil, con una producción total de 1,9 gigavatios-hora generada el invierno pasado», señaló Reuters.
Puede que haya llegado el momento de que los alemanes culpen a los políticos «verdes» y a sus defensores del clima por condenar su estabilidad energética. El país ha liderado recientemente un movimiento de descarbonización al abandonar la generación de energía con combustibles fósiles por energía solar y eólica poco confiables. En primavera, el país tuvo la genial idea de eliminar progresivamente su último reactor nuclear.
Con una recesión que sacude la economía, lo último que debe preocupar al país es un aumento de menos de 1°C en las temperaturas globales en los últimos 100 años. No hay pruebas concretas de ninguna crisis climática significativa, y todas las personas que nos dicen que una crisis está a la vuelta de la esquina lo hacen mientras recaudan miles de millones de dólares en financiación de gobiernos e instituciones de expertos con intereses creados en reforzar la histeria. En otras palabras, no hay fundamento para restricciones exponenciales a las emisiones de «gases de efecto invernadero». Los alemanes finalmente se dieron cuenta de la farsa y recuperaron las centrales eléctricas de carbón para mantener las luces encendidas.
En las últimas semanas, el cofundador, filántropo y alarmista climático de Microsoft, Bill Gates, ha dado marcha atrás en las profecías de «desastre climático». Además, 1.600 científicos han declarado recientemente que «no hay emergencia climática».
Los alemanes deberían tomarse un minuto para leer el informe del legendario periodista Seymour Hersh sobre Cómo Estados Unidos eliminó el oleoducto Nord Stream.